Por Valentín Varillas
Seguramente, la diputada Fedhra Suriano será recordada como la auténtica verduga de Movimiento Ciudadano en Puebla.
Desde la dirigencia estatal ha tomado decisiones muy erráticas en lo político y sumamente peligrosas en lo legal.
Es el apoyo más sólido con el que cuentan los Riestra en el legislativo local, fuera del PAN.
Sus participaciones en tribuna no dejan lugar a dudas.
Se ha sumado alegre y sin argumentos sólidos, al embate que han emprendido en contra de la actual autoridad municipal.
Cree que tendrá el apoyo de Mario para amarrar una alianza de cara al 2027, con la esperanza de reelegirse en el cargo o bien aspirar a una diputación federal.
Y está dispuesta a todo para lograrlo.
Inclusive, a llevar a cabo pactos inconfesables con los grupos de facto que operan en el estado.
Impuso a sangre y fuego a Yasmín Medina Esquivel como candidata a la presidencia municipal de Chignahuapan, vinculada con Juan Lira, el famosísimo “Moco”.
Dos días antes de la elección extraordinaria, la Fiscalía General del Estado cateó una propiedad de “El Moco”, que era utilizada como mapachera por la candidata de Movimiento Ciudadano.
Encontraron propaganda electoral, vales para la presunta compra de votos, listas nominales y armas de fuego.
Pruebas contundentes de las ligas de Medina Esquivel con la delincuencia organizada.
Ni siquiera con estas irregularidades logró ganar el proceso.
Con todo y semejante ridículo, se atrevió a presumir que MC se había convertido ya en la segunda fuerza política en ese lugar.
No hubo victoria alguna y aun así festejó el no haber ganado nada.
La auténtica apología del fracaso como estrategia electoral.
Poco antes, le estalló en las manos el escándalo de los hermanos González Vieyra, el cual fue operado por Suriano con una ineptitud monumental.
Por un lado, intentó fallidos y muy torpes deslindes mediáticos.
Y a la par, organizó la movilización de habitantes Ciudad Serdán y de Tlachichuca que tomaron por más de 12 horas la sede del congreso, la que acabó saliéndosele de control.
Terminó escondiéndose.
Por si fuera poco, Fedrha Suriano tiene varias quejas y reclamos por parte de excolaboradores debido al trato poco respetuoso que les daba.
Además, despidió a muchos de ellos injustificadamente, sin liquidación, por lo que enfrenta demandas laborales.
Como se esperaba, se ha deslindado de su responsabilidad, negándose a pagar lo que les corresponde.
Todo esto ha sucedido en menos de cinco meses.
¿Se imagina lo que le espera al partido en los próximos años?
Van derechito al cadalso.
Y lo que falta.
Peor, imposible.
