30-01-2025 04:32:44 PM

Sheinbaum, la muerte de los abrazos para combatir el crimen

Por Valentin Varillas

 

Hay diferencias enormes entre el gobierno federal de Claudia Sheinbaum y el de Andrés Manuel López Obrador.

El más radical, tiene que ver con la estrategia en materia de seguridad pública.

Esta conclusión no se basa en criterios ambiguos como percepción, fe, o buena voluntad.

Existen indicadores numéricos fríos, claros, contundentes, que no dejan lugar a dudas.

La organización México Evalúa hizo un comparativo de los operativos y decomisos realizados en los primeros cien días de AMLO y de Claudia.

Las cifras son abismales.

En el sexenio anterior se habían llevado a cabo  apenas 29 operativos.

Ahora, se hicieron 202.

Después de los primeros cien días del primer gobierno de la 4T, se habían detenido en estos operativos a 31 delincuentes.

En el segundo, en el mismo plazo de tiempo sumaron 7,720.

Las armas decomisadas por el gobierno federal, a principios de 2019, fueron 26.

Con fecha 12 de enero de 2025, ya eran 3,000.

Los decomisos de droga han aumentado también, exponencialmente, al inicio de este sexenio.

Alcanzaron los 665,000 kilogramos al cierre de los 100 días.

En la administración pasada, a esas alturas, fueron apenas 33 kg.

En el tema del fentanilo, la auténtica manzana de la discordia que ha tensado como nunca las relaciones entre México y Estados Unidos, no puede haber un comparativo realista.

Se trata de una droga cuyo consumo se disparó exponencialmente después de que se cumplieron los cien primeros días del gobierno de Andrés Manuel.

Sin embargo, en este mismo plazo, la administración de Claudia Sheinbaum había decomisado 561,000 pastillas.

Los indicadores hablan por sí solos y .

Resulta estéril alguna otra explicación adicional.

Es evidente que falta mucho, que se trata de un reto permanente en el ejercicio de gobierno y que es necesario darle el tiempo suficiente a este gobierno para empezar a revertir décadas de complicidades, pactos en lo oscurito y sobre todo: la constante infiltración de criminales en las instituciones públicas del Estado mexicano.

La ruta, sin embargo, parece ser la correcta.

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