Por Alejandro Mondragón
La diputada federal panista, Liliana Ortíz denunció en sus redes sociales, el viernes 8 de noviembre, que un grupo de encapuchados con pancartas, pretendía boicotear la inauguración de su casa de campaña.
“No me van a amendrentar, eso que hacen es violencia política de género”, remató en el video en X.
¿Quién estuvo detrás de dicha cobardía?
¿Quiénes eran los encapuchados?
¿De parte de quién?
Según panistas que estuvieron presentes, fueron reconocidos varios operadores de Mario Riestra Piña, candidato perdedor a la alcaldía de Puebla.
¿Qué pasa con este personaje?
Mario Riestra está presionando a tal grado a los consejeros que ya ni la llamada le quieren tomar, porque lejos de tener un animo de convencimiento, está con unos modos y tonos de amenaza para ganar la dirigencia estatal del PAN.
Varios de los consejeros, que han cruzado las conversaciones sostenidas con él, aseguran que les promete las mismas carteras en el Comité, con tal de amarrar su apoyo.
Su desesperación comienza a ser evidente, porque -primero- en el Consejo Municipal de la capital no logró que rechazaran el método extraordinario, y después no pudo convencer a ninguno de los integrantes de la Comisión Permanente que votara en contra del acta que avalaba el respaldo de la mayoría de los Consejos Municipales a ir por la elección extraordinaria.
Eso explica que un día antes de dicha sesión, haya enviado a sus encapuchados para agredir con pancartas a Liliana Ortíz.
Ya lo había comentado un influyente empresario, cercano a él, Riestra resultó el más perverso de todos.
