Karina Fernández |
El gobernador Sergio Céspedes Peregrina negó que el estado atraviese por una crisis de inseguridad tras los homicidios dolosos que se registraron ayer, en distintos eventos ocurridos en Puebla.
Explicó que hubo víctimas en tres momentos: dos hermanos asesinados en una talachería, donde hubo una riña previa, un franelero, resultado de la disputa de espacios de trabajo, y dos cuerpos atropellados, sin vida, localizados en la autopista México-Puebla.
En este sentido, el mandatario estatal subrayó que Puebla “no está incendiada” no se oculta información a la población. Explicó que cada hecho ocurrido es lamentable pero no está asociado a grupos criminales.
“ En la caso de los franeleros hubo un pleito entre ellos de cómo se reparten los espacios y cómo tienen sus propias normas y tengo entendido que también fue una pelea donde le intentaron disparar en el glúteo pero le pegaron en parte muy específica de la columna que le provocó la muerte”.
(…) ayúdenos a que comuniquemos con objetividad, porque si no, lo más padre es que esté incendiado el estado cuando no hubo nada de ese tipo de cosas. Lo lamentamos, sí, no queremos tapar nada, sin cosas que suceden y que seguimos combatiendo todos los días”, dijo.
Agregó que su gobierno sigue brindando acompañamiento a los 217 municipios poblanos, sin distingo alguno, en materia de seguridad, normatividad y otros rubros, con base en sus necesidades y dimensiones.
Recordó que en algunos casos la Sedena y Guardia Nacional han intervenido, cuyo apoyo -dijo- es fundamental para garantizar la estabilidad en Puebla, por lo que el estado está abierto a recibir más elementos.
Cabe mencionar que en 40 municipios poblanos, mandos federales y estatales intervienen en la seguridad; algunos al frente de las corporaciones o con policías que apoyan en las tareas.
