Por Valentín Varillas
El buen desarrollo de la industria automotriz poblana está garantizado en el mediano plazo.
En la gira por Europa que llevaron a cabo los gobernadores en funciones y electo, así se amarró.
Y el tema de la reforma judicial no será un impedimento.
Para nada.
No fue ni siquiera uno de los puntos centrales de las reuniones que Sergio Salomón y Alejandro Armenta encabezaron con la plana mayor de Audi y Volkswagen.
Para los europeos no hay zozobra ni desconfianza.
Mucho menos el miedo de que no exista un marco jurídico sólido que le dé certeza a sus inversiones.
Y la cantidad de dinero que invertirán en el estado no es poca cosa.
En el caso de VW, se trata de mil millones de dólares, sin contar los casi 400 que ya gastaron en el primer semestre de este 2024.
En lo que a Audi se refiere, son cerca de mil cien, los millones que destinará para consolidar su presencia en Puebla.
Recursos que estarán en suelo poblano a largo plazo, generarán empleos por el mismo lapso de tiempo y que pagarán impuestos aquí, dándole forma a un círculo virtuoso en materia de desarrollo económico muy atractivo.
Poco más de 300 empresas forman parte de la cadena de suministro del sector automotriz local.
Su operación representa el 43% del Producto Interno Bruto estatal.
Tan sólo VW y AUDI, generan directamente el 24% del total de este PIB.
Algo deben de encontrar de atractivo aquí.
Sus respectivos proyectos de electromovilidad, podrían haberlos destinados a otras de sus plantas productivas instaladas a lo largo y ancho del planeta.
119 en el caso de Volkswagen; 11 en el de Audi.
Optaron por Puebla.
Además, en el esquema de promoción de empresas poblanas que se llevó a cabo en aquella gira, se atendieron otros sectores como el artesanal, el gastronómico, la agroindustria y la manufactura.
Ninguno de los potenciales interesados en invertir en alguno de ellos, tuvo dudas referentes a las modificaciones legales que tienen que ver con la operación del poder judicial federal.
Es cierto que, afortunadamente para el estado de Puebla, en estos casos específicos no existe un Tratado de Libre Comercio que regule las operaciones entre países, como sí lo hay con Estados Unidos y Canadá.
También es cierto que, para bien de la economía poblana, a diferencia de los EU estos temas no son utilizados como carne de cañón electoral para intentar llevar una muy buena cantidad de votos a las urnas en una elección presidencial.
Vale la pena recordar que, para nuestros vecinos del norte, lo anti-mexicano vende políticamente.
Y mucho.
