Karina Fernández |
En medio de protestas de trabajadores del Poder Judicial, el Congreso de Puebla formó parte de las primeras legislaturas locales en aprobar la reforma en la materia, en un periodo extraordinario al que se convocó de último momento por la Comisión Permanente.
Tras una maratónica sesión en la que el Senado de la República aprobó la reforma en lo general y lo particular, y envió el dictamen a los estados, los Congresos locales comenzaron a sesionar para dar luz verde al dictamen para su publicación oficial.
Los primeros estados en avalar la reforma fueron Colima, Baja California Sur, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Nayarit, Veracruz, Yucatán; mientras que Querétaro fue el primero y único, al cierre de esta edición, el rechazar el dictamen.
En Puebla, la sesión extraordinaria comenzó sin sobresaltos, poco después de las 19 horas, pues el mayor momento de tensión ocurrió alrededor del mediodía cuando la Comisión de Gobernación sesionó y avaló el dictamen, para turnarlo al Pleno; siendo la antesala para su eventual validación.
Con la asistencia de 33 de 41 diputados, el Congreso del Estado comenzó la sesión con la lectura a la reforma al Poder Judicial a cargo de la Mesa Directiva, y luego de más de una hora, se abrió la discusión del dictamen de reforma.
En ese momento, manifestantes rompieron, por segunda ocasión en el día, el cerco de seguridad que la Policía Estatal desplegó para el resguardo de la sede del Poder Legislativo donde se discutiría la propuesta, aunque sólo los diputados del PAN fijaron su posicionamiento.
Entre ellas, la diputada Guadalupe Leal Rodríguez quien reconoció que la reforma tiene “aciertos” como la reducción a nueve ministros y ministras, en austeridad, la instalación del Tribubal de Disciplina y evolución del Consejo de la Judicatura Judicial; pero no así la elección de jueces, magistrados y ministros mediante el voto popular.
Puebla pudo haber sido uno de los 10 primeros parlamentos locales en aprobar la reforma judicial, sin embargo, mientras se desarrollaba la sesión, los congresos de Baja California, Morelos y Durango dieron trámite al dictamen.
Se convirtió en el estado 12 en aprobar la reforma al Poder Judicial, con 28 votos a favor y 10 en contra; afuera del legislativo continuaban los enfrentamientos entre policías y manifestantes: mientras al interior, morenistas y aliados al unísono gritaban “sí se pudo”.