21-11-2024 10:41:09 PM

Una nulidad, el “defensor” de derechos humanos en Puebla

Por Valentín Varillas

 

Vino recomendado por Miguel Barbosa.

El entonces gobernador lo perfiló abiertamente para ocupar la posición, a pesar de no tener ninguna experiencia previa en el tema.

Su especialidad siempre fueron los asuntos relacionados con la administración de justicia electoral.

Únicamente.

Y a partir de su llegada no ha hecho casi nada.

Más bien nada.

Por lo menos nada importante en un tema que resulta socialmente prioritario.

José Félix Cerezo Vélez encontró en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDE) poblana una importante y muy lucrativa beca en lo político.

Es una auténtico fantasma que brilla por su ausencia en las oficinas de la Comisión.

Y es que cobra sin hacer y rehúye la enorme responsabilidad que supone el cargo que ocupa.

Por lo mismo, la dependencia que encabeza es un auténtico cero a la izquierda.

No pesa, no existe, no interviene en coyunturas en donde necesariamente debería de tener un papel protagónico.

Guarda silencio institucional ante casos comprobados de abusos en donde es su obligación intervenir, por lo que no traduce en beneficios concretos para los ciudadanos la partida presupuestal que se le asigna.

Se trata de un auténtico elefante blanco.

Un síntoma muy claro de su ineptitud, displicencia y desinterés en su trabajo, fue la denuncia de trabajadores de la Comisión que eran víctimas de “abusos sexuales, discriminación y terrorismo laboral”.

Una nota del periodista Edmundo Velázquez, publicada el 12 de agosto de 2021 en el portal Página Negra, contiene líneas reveladoras sobre estos casos, que comprueban la complicidad de Cerezo Vélez y su círculo más cercano para encubrir a los responsables.

Aquí un ejemplo:

“El caso más grave es el de Israel Morales, Méndez, director de Planeación Informática y Transparencia, quien mantiene una actitud de acoso sexual en contra de las trabajadoras de la Comisión de Derechos Humanos. Constantemente las manosea y las acaricia, se les insinúa y les hace ofertas sexuales a cambio de no despedirlas o ubicarlas en otras áreas del organismo”.

Demoledor.

Los funcionarios de la instancia encargada de proteger a la sociedad de este tipo de abusos, son los que los fomentan y toleran al interior.

De locos.

A pesar de estas aberraciones, José Félix Cerezo quiere seguir disfrutando de su situación de privilegio en nuestro estado.

Por supuesto, sin merecerlo.

Intenta que la mayoría de Morena en el actual congreso lo ratifique en las próximas semanas para un nuevo período en el cargo.

Increíble.

Y lo peor: lo poquísimo que queda del “barbosismo puro y duro” ya cabildea para que esta monumental aberración sea pronto una penosa realidad.

¿Se imagina?

El surrealismo político poblano en su máxima expresión.

O como diría el clásico de las redes sociales: “la hipotenusa”.

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