Por Valentín Varillas
¿Viste en lo mediático tener la mayoría de los votos de los consejeros estatales en el proceso interno de Morena para elegir a su candidato a la gubernatura?
En términos de percepción en la aldea: tal vez.
Pero en los estrictos términos que norman la política real, esto no tiene ni de chiste el peso específico necesario para definir al ganador.
Por favor.
Esto ya se sabía desde el momento mismo en el que se conocieron los términos de la convocatoria.
El ejemplo más claro es la facultad de la Comisión Nacional de Elecciones de proponer perfiles, en el número que considere pertinente y de acuerdo al posicionamiento que arroje su potencial rentabilidad electoral.
El centro pesa, y pesa mucho.
Y aquí, allá y en donde sea, quienes tengan alguna responsabilidad en el desempeño de Morena en el 2024, tendrán que actuar en consecuencia.
Conclusión: nadie tragará lumbre.
La ruta crítica es y ha sido muy clara desde el principio.
Se basa en tomar las decisiones que lleven al partido a obtener triunfos contundentes en donde haya que ganar, sumando a la continuidad de la 4T en la presidencia.
Nada más, pero tampoco nada menos.
Esto no es de falsas lealtades, pactos de sangre, amiguismos, compadrazgos y demás ambigüedades que distorsionan el análisis frío, pausado y realista que se requiere para reflejar de manera más certera la realidad político-electoral del estado y del país.
El fin de semana no se decidió nada contundente en el fondo.
No hay muertos que lamentar, ni vivos a quienes cernirles la corona de olivo.
No todavía.
Aunque en la forma habrá elementos específicos que se tomarán como materia prima para los cerca de 30 días de guerra civil que se avecina.
Esa cuya publicidad y discurso estarán llenos de mentiras arteras, medias verdades, hipérboles insostenibles con hechos reales, absurdas interpretaciones de supuestas líneas y mensajes o señales que atentarán en contra de la más elemental de las inteligencias.
Desde el principio, no hay dudas de que el candidato será quien -además de contar con la mayor confianza y probada cercanía con el presidente López Obrador- se acerque en la prospectiva al número de votos que en Palacio Nacional esperan de Puebla.
En Palacio Nacional saben de sobra que, el jefe político del estado, el gobernador Céspedes Peregrina, será un factor importantísimo que sumará en lo político y que abonará a la unidad e institucionalidad necesarias para que se cumplan todos, absolutamente todos los objetivos planteados para el 2024.
Tanto aquí como allá.
