Por Alejandro Mondragón
El papel de los gobiernos de la 4T comenzó a ser un factor clave, en las definiciones del proceso electoral, para el 2024.
¿Ustedes creen que, por su gran carisma, las corcholatas presidenciales de Morena alcanzan elevados niveles de competitividad para imponerse al Frente Amplio por México?
Pues no, el elemento base se llama Andrés Manuel y se apellida López Obrador. Se sorprenderá de los niveles de aprobación que trae López Obrador en todo el país, ahora que se difundan las encuestas por Palacio Nacional.
Y en los estados también la figura de los gobernadores/as serán fundamentales para los comicios que se avecinan.
Es el desempeño de los mandatarios que suma o resta a los aspirantes que buscarán las nueve candidaturas a las gubernaturas en 2024.
¿Cómo andamos en Puebla?
De acuerdo con las últimas mediciones, López Obrador reporta una aprobación, entre los poblanos, de 7.8.
El gobernador Sergio Salomón ronda sobre los 6.5 puntos.
Y Eduardo Rivera, el alcalde de la capital del estado, registra una calificación de 5.6.
En Morena nacional, ya saben que la estrategia de gobierno presente de Sergio Salomón le ha inyectado al partido más de 15 puntos porcentuales de aceptación.
Recorrer el interior del estado, sostener diálogo con todos los sectores y demostrar que en Puebla sí se puede gobernar sin sectarismos y menos con pleitos o polarizaciones se refleja no sólo en la aprobación de Sergio Salomón como mandatario, sino que suma a la Cuarta Transformación.
Por los números que le expongo, no opiniones, el gobernador será escuchado en la etapa de las definiciones, por lo que bien harían los aspirantes a sucederlo en tomar su gestión como ejemplo.
¿De qué?
Todos caben en el jarrito, sabiéndolos acomodar.
