22-11-2024 07:09:27 PM

Los caminos del PAN, sin Barbosa

Por Alejandro Mondragón

 

La muerte de Luis Miguel Barbosa también alteró el escenario político al interior de la alianza PAN, PRI y PRD para el 2024.

 

Para propios y extraños, la opción más viable para Casa Aguayo en la oposición es el alcalde Eduardo Rivera Pérez.

 

Pero la pregunta, ¿el panista también lo cree?

 

Si fuera cierto ya estaría públicamente compitiendo por la posición, pero siempre sale con que aún no son los tiempos.

 

Barbosa fue clave en su triunfo hacia la Presidencia Municipal de Puebla, pues su contrincante Claudia Rivera Vivanco, quien buscaba la reelección quedó aislada, mucho en parte por sus yerros y dobles discursos, pero también porque la estructura morenista del barbosismo se hizo a un lado.

Entre Rivera y el difunto gobernador hubo siempre cordialidad, salvo cuando el alcalde panista se ofreció como intermediario en el conflicto en la UDLAP.

 

Barbosa se negó y le recordó su relación laboral y política con el entonces rector Luis Ernesto Derbez. Ahí se enfrió todo.

 

A Rivera lo veía con suspicacias, pero nada que no se pudiera resolver políticamente.

 

Eduardo y su equipo saben que en la campaña por la alcaldía no le lanzaron ningún misil y hasta fue cobijado en todos los foros.

 

Una experiencia similar se podría haber dado por el 2024 si los enemigos de Barbosa, con él en el gobierno, se impusieran en Morena.

 

Pero el destino decidió otra cosa. Ahora Rivera sabe que el escenario es diferente. Barbosa ya no está.

 

Además, se observa en el horizonte otra ola nacional que arrastrará a los Estados que tendrán elecciones, entre ellos Puebla.

 

Así que si Eduardo Rivera no va a la gubernatura vaya anotando el nombre de la senadora Genoveva Huerta, a quien tampoco nadie le lloraría una derrota en 2024.

 

¿Y Rivera?

 

Dos escenarios. Uno reelegirse con el riesgo de que esa ola nacional de la 4T alcance hasta los municipios. Ya vivió esa historia en 2018, año en el perdió la alcaldía frente a una desconocida como fue su antecesora.

 

Dos, llegar al Senado de la República para trabajar seis años y regresar por el premio mayor de Puebla. Aún es joven.

 

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