Karina Fernández |
El relanzamiento del Museo Internacional Barroco marca un hito en el acceso a los bienes culturales de Puebla, cuya política es la más incluyente del país. Así lo describió Hugo Scherer Castillo, miembro del Comité Interdisciplinario del nuevo museo en su relanzamiento.
Acompañado por el secretario de Cultura, Sergio Vergara, la directora de Museos Puebla, Catalina Ortiz y artistas involucrados en el proyecto, señaló que por tres años se desarrollaron trabajos y estrategias para hacer que este espacio dejara de ser un símbolo de la corrupción en Puebla.
El Museo Internacional Barroco reabrió sus puertas al público como un espacio inmersivo e interactivo en una superficie de mil 500 metros cuadrados, con un futuro prometedor y cuya inversión pública dijo que se recuperará con la creatividad de los poblanos.
“Con todo lo que sufrió el museo y los poblanos, tienen algo para el futuro profundamente valiosos y verán pronto los frutos de lo que todos esperábamos. El Museo Barroco es una inversión pública que se va a recuperar con la creatividad de los poblanos, con la garantía de los derechos al conocimiento y con la educación en el sentido más amplio”, expresó.
Scherer rescató el involucramiento de distintas áreas de gobierno para el relanzamiento del museo, como las secretarías de Cultura, Economía, Finanzas y Comunicación, destacando la difusión con que cuenta, con una dedicación nunca antes vista en las pasadas administraciones.
“Esta obra comenzó hace tres años, qué hacemos con los muros del museo, -cuestionó- que hablen, es lo que hay que hacer -respondió, del gobernador del estado. En el mundo no hay nada igual, ni siquiera creo que el mundo haya imaginado algo así. Están formando una industria de arte digital, me aparece maravilloso, que esté la Universidad y todos puedan representarse aquí”, dijo.
Por su parte, el secretario de Cultura adelantó que los asistentes podrán admirar cosas nuevas de esta reapertura, en un lugar que no tiene acervo, sus muros automáticamente van a proyectar arte digital de manera permanente, aunque no se ha definido aún el costo de acceso.
