Por Alejandro Mondragón
El sector empresarial, representado por su cúpula, se redujo casi a la nada en lo que va de este sexenio.
Y digo casi, pues del terreno en la zona de la Angelópolis que les donó el entonces gobernador Melquiades Morales de 1.2 hectáreas se les dejó 2 mil metros.
Si en el morenovallismo perdieron la mitad, ahora el gobierno barbosista se quedó con poco más de 4 mil metros cuadrados.
En un acto de generosidad les dejó sus 2 mil metros, hoy convertidos en un hoyo, para ver si pueden desarrollar un proyecto.
Los organismos empresariales estaban acostumbrados a presionar o callar para recibir privilegios, pero como la fiesta se les acabó lo único que les quedaba era el terreno donado que ya se les quitó y les dejaron una pequeña porción.
Ese es el tamaño del sector, aunque se emputen. Carecen de interlocución y se excluyeron de las campañas de promoción de la inversión y turística porque sólo participan si el gobierno del estado los subsidia o le compra a sus negocios.
Ahí está el líder del CCE, Ignacio Alarcón, quien ya no ve la hora de concluir su cargo. El presidente de la Coparmex, Rubén Furlong que llegó muy bravo, hoy se volvió mudo.
Los dirigentes de la Canaco y Canacintra sumergidos en la declaracionitis, sin capacidad de maniobra ante las autoridades.
El presidente de la Canirac, Carlos Azomoza, quien hoy se la pasa en todos los sectores hablando mal de su antecesora Olga Méndez: “ya rompimos, nada tenemos que ver”, les dice, pasará a la historia por perder presencia en las campañas oficiales, como Chiles en Nogada y pronto la del Mole de Caderas.
La Canirac podrá hacer su fiesta a la que ignoran las autoridades, las cuales negocian directamente con productores e incluso restauranteros que no están afiliados a la cámara.
La tragedia empresarial radica en que han sido los gerentes y mayordomos quienes los dirigen. El resultado es más que obvio.
Se han reducido a la nada, lo cual es también una desgracia para Puebla que requiere generación de contrapesos y una real vertebración social.
Es lo que hay.