El Ayuntamiento de Puebla impuso un plazo fatal a la empresa Construobras de la Garza para acabar en definitiva con los rezagos en el Puente de Tlaltepango, pues de lo contrario le quitarán los trabajos y le aplicarán la fianza. La firma además quedará inhabilitada en lo que resta del nuevo trienio para ejecutar nuevos proyectos. La compañía fue considerada como favorita del dogerismo.