22-11-2024 12:00:59 PM

El triunfo de los radicales

Por Valentín Varillas

 

Gana mucho la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, con el reportaje publicado por The New York Times sobre el accidente de la línea 12 del Metro.

La pieza periodística se centra exclusivamente en culpar al pasado por la tragedia y prácticamente la exonera, en tiempo presente, de toda culpa.

Ni una palabra sobre los más de 500 millones de pesos de subejercicio, que se reportaron al cierre del 2020 en el área de mantenimiento del sistema de transporte colectivo.

Recursos presupuestados que la actual mandataria simplemente se negó a invertir, faltando a una de sus principales obligaciones.

La falsa austeridad; los “ahorros” mal entendidos.

Esos que en este caso en específico significaron muerte y destrucción.

El diario, por otra parte, arremete con todo en contra de Marcelo Ebrard y la empresa responsable de la ejecución de la obra.

Nos recuerda algo que ha sido, desde hace años, un secreto a voces : fue un proyecto mal planeado, peor ejecutado, en cuya realización privaron las prisas, las prebendas y las corruptelas.

No hay una sola línea en el reportaje que no sea verdad.

Sin embargo, al citar el NYT como fuente “documentos oficiales” que son parte de la investigación que actualmente se lleva a cabo, la nota se impregna con el tufo de la filtración, muy probablemente desde la misma oficina de la Sheinbaum.

De esta manera, se vacuna ante un tema que resulta demoledor para quien aspira a suceder a López Obrador, la exime en parte del costo político que significó el fuerte revés electoral que sufrió Morena en su bastión político, el pasado 6 de junio y ya de paso, le asesta un golpe mortal al único que podría competirle con posibilidades reales en la designación del candidato presidencial oficial.

Nada mal.

Por eso, el fortalecimiento de Claudia significa una gran victoria para lo más radical del círculo cercano a AMLO.

Ese que continúa solidificándose con el paso del tiempo y para quienes los perfiles más moderados como el del hoy canciller, representan un peligro real en términos de su interlocución con Andrés Manuel y la influencia real que pueden tener en su toma de decisiones.

En este contexto, habrá que esperar más rijosidad en el discurso oficial, más encono, división, fractura, polarización, uso discrecional de las instituciones del estado en contra de los enemigos del régimen y sobre todo: más mañaneras.

Este ejercicio panfletario diario que se ha convertido en un triste escenario en donde se han dado las frases más tristes, penosas, vergonzosas y atrevidas que le hayamos escuchado a un presidente, cualquiera, en la historia moderna de México.

Marcelo será seguramente el próximo sacrificado de la 4T.

Esto implicará que se termine el modelo de “hombre orquesta” del gabinete.

El que atiende desde el inicio del sexenio cuestiones importantes en materia de gobernabilidad, seguridad y pública, salud, economía y claro, las propias como canciller.

Algunos “floreros” que cobran como secretarios, por un asunto de supervivencia política, van a tener que ponerse a trabajar.

Aunque no tengan ni idea de los temas que son parte de sus respectivas dependencias.

El sacrificio de Ebrard parece muy grande para el proyecto de López Obrador, pero el accidente del Metro fue un misil que pegó de lleno en la línea de flotación de la 4T.

La sangría de votos en la capital habrá que pararla como sea y paralelamente, salvar a Sheinbaum a como dé lugar.

Rescatar a una cercana, “de casa”, considerada como fundadora del movimiento, aunque el paquete de gobernar la Ciudad de México le haya quedado gigante.

Ya “el caudillo” nos dio a conocer hace tiempo la lógica con la que gobierna y define premios y castigos a quienes lo acompañan en esta naufragante embarcación: 90% lealtad – 10% capacidad.

Y lo ha cumplido al pie de la letra.

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