Está peor que el árbitro del partido eliminatorio mundialista, Martin Hansson, quien jamás vio la mano del francés Thierry Henry para dar el pase a la selección francesa sobre Irlanda.
Incluso, salió más malo que Erim Ramírez, quien fue el árbitro del primer cotejo de la liguilla entre Puebla y Cruz Azul.
Vamos, muestra sus preferencias por los rudos que hasta se lo pretenden llevar a la lucha libre profesional, como integrante de los llamados “Perros del Mal”.
Sí, es Jorge Sánchez Morales, consejero presidente del Instituto Estatal Electoral, quien con su ya famosa cantaleta en 38 revoluciones de que no sancionará a nadie hasta que haya denuncia por medio, ahora se reúne con aspirantes a la gubernatura y presidencia municipal para informarles cuáles son los recovecos legales para que sigan haciendo de las suyas.
¿Ya habrá informado a los integrantes del Consejo del Instituto Estatal Electoral que lo mismo se reúne con panistas que con priistas para ofrecer sus servicios oficiosos de buen samaritano.
¿No sería mejor que sancionara a quienes violan la Ley?
¿Por qué los aspirantes y líderes partidistas lo usan como intérprete del Código Electoral del Estado de Puebla?
¿No su papel, con el consejo del IEE, es sancionar?
¿En qué parte de la legislación se faculta a Jorge Sánchez para asesorar a los protagonistas de la contienda para salvar su posición?
¿A poco el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla se reúne con los delincuentes para decirles cómo eludir la Ley?
Está claro que Sánchez Morales en su afán por mantenerse en el cargo y sortear la pérdida de credibilidad está dispuesto a dejar que los partidos y aspirantes hagan de la suya.
Sin duda que su cantaleta en 38 revoluciones de que no sancionará a nadie hasta que haya denuncia de por medio le rinde resultados.
¿Qué dirán los consejeros electorales de este árbitro vendido?
Por lo pronto, en el PRI ya se sabe que lo mejor que le pudo pasar es contar con un Consejo del IEE a modo. Cualquier “contingencia política” es atendida por José Alarcón Hernández, su representa y real poder en el órgano responsable de sancionar los comicios.
El problema para Sánchez Morales es que puede terminar peor que Alejandro Necoechea, quien en el proceso electoral del 2004 terminó como mentiroso por negar reuniones en lo oscurito con políticos.
El consejero presidente actual sigue sus pasos.
Algunos de sus compañeros en el IEE se preguntan: ¿usted confiará las llaves de su casa a Sánchez Morales?.
No, responden.
Seguro utilizaría su residencia para las reuniones en lo oscurito.
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