El encuentro se registró hace unas semanas.
Fue una plática donde los protagonistas admitieron que enfrentan más riesgos adentro que afuera de su partido.
Rafael Moreno Valle y Javier López Zavala se reunieron.
Ningún agravio de por medio.
De hecho, ni el senador panista ni el titular de la Sedeso se han atacado en prensa, radio, televisión e Internet.
Cada quien sabe que ésta no es una batalla que los enfrente.
Ya vendrán los tiempos en que, ahora sí, se lancen con todo a la conquista de Casa Puebla.
El lugar de la plática se mantiene en secreto.
Se vieron, conversaron, analizaron escenarios, cada quien guardó sus cartas, comentaron el factor nacional en la designación de candidatos a la gubernatura, discutieron en ingrediente rebeldía (Anatere y Doger).
Moreno Valle y Zavala ya se habían reunido en otras ocasiones.
En este año fue la primera.
En el 2004 ambos construyeron la declinación morenovallista a la causa marinista.
¿Cómo y dónde se daría la decisión de Rafael para levantar la mano a Mario como candidato priísta a Casa Puebla?
Ambos se encargaron del proceso de integración de los equipos para enfrentar al PAN y Paco Fraile en el 2004, hace exactamente cinco años.
Luego, como secretario de Gobernación, López Zavala sostuvo comunicación siempre directa con el entonces líder del PRI en el Congreso, Moreno Valle.
Aunque Enrique Doger amarraba navajas se dio la relación hasta que el hoy senador rompió con el PRI por dos razones:
1.- Por el caso Lydia Cacho
2.- Incumplimiento del acuerdo para que fuera el candidato del PRI al Senado.
Hoy, los dos están en distintos bandos.
Y ya dialogaron.
Algo sabrán que no nos quieren decir.
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