Por Alejandro Mondragón
Ocho meses pasaron de la última visita de Andrés Manuel López Obrador a la entidad. Puebla ya no es la misma.
Con el presidente vienen los estragos del coronavirus en el país y notará que Morena como gobierno no responde a las expectativas de los poblanos.
Hay tiro entre el mandatario Luis Miguel Barbosa y la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco; la oposición anda envalentonada; y el golpe a la corrupción no se percibe.
López Obrador anda de gira por el país para cerrar filas en torno al proyecto de la 4T. Los mandatarios serán claves para garantizarle la mayoría legislativa.
El presidente, como se ha visto, anda en su rollo contra los conservadores y todo apunta no se meterá en pleitos aldeanos. Esos temas los resuelve con “dense la mano, negocien y acuerden sin insultos. Amor y paz.”
AMLO anda en su campaña para apuntalar la eficacia de sus proyectos en los Estados. Dejar en claro que aquellas entidades que visita forman parte de la reserva de votos de Morena.
El mandatario federal sabe de la presencia de Estado ante los riesgos sociales, económicos y políticos.
El despacho Integralia, dirigido por Luis Carlos Ugalde es claro en el diagnóstico:
Se prevén la mayor fragilidad de las finanzas públicas en 2021; el riesgo de que México pierda grado de inversión; Menor inversión privada; y el fracaso de la estrategia de hacer de Pemex la palanca del desarrollo.
También se vislumbra un aumento entre 6.6 millones y 18 millones de pobres, lo que podría traducirse en saqueos y protestas.
Y López Obrador conoce las consecuencias, que la propia Integralia establece:
- Disminución en la aprobación presidencial;
- Mayor polarización política;
- Distanciamiento (ruptura) entre organismos empresariales y el gobierno federal;
- Se pone en riesgo la viabilidad del proyecto de la llamada 4T;
- Menos votos para Morena en las elecciones de 2021, aunque lo más probable hoy es que obtenga —con sus aliados— la mayoría absoluta (no calificada) en la Cámara de Diputados. Ese escenario puede cambiar en los próximos meses.
Aquí radica la razón de ser de lo que hace López Obrador: garantizar esa mayoría legislativa para no descarrilar la 4T.