SEGUNDA PARTE
Resultado de las alianzas estratégicas en la Secretaría de Salud, hoy en España florece un próspero comedor industrial y de negocios.
Hay que dejar en claro que la Sedecap nunca hizo nada con los resultados de la auditoría que se realizó en el 2007 a la dependencia.
En las jurisdicciones sanitarias, Vicente Gil gira la orden de que no se investigue más. De hecho, los administradores de la 4 y la 10 renuncian sin comprobar nada.
Huyeron del estado, sin embargo pescaron a de la cuatro de El Seco, quien ahora se encuentra en la cárcel, en su lugar dejaron a la doctora Lis Rosales Báez.
El de la diez de Tehuacán nada más se agarró a balazos con empleados de Genaro Castillo. Ya tiene sustituto: Alejandro Jiménez Espinoza.
El jefe de la jurisdicción 1, en Huauchinango, José Luis Hernández manda a amenazar a su contadora, una señora de 60 años, lo que le provoca que sea internada en el hospital porque del coraje sufrió un infarto.
“Si hablas te vas a la cárcel”, le advirtió.
En el Hospital General también hay malos manejos, particularmente en el área de Oncología. Ahí, el administrador George Sánchez declara jugosas cantidades de medicamento para los enfermos de cáncer, pero es él quien fija el valor y también al proveedor.
Otro problema que enfrenta el sector se focaliza en el área de VIH Sida. En estos centros son autorizados protocolos, donde la jefa de Epidemiología, Diana Carpio y la responsable del programa, Indiana Torres, son beneficiadas con el 10 por ciento de lo que se les asigna en cuando a medicamentos. Si son 450 pacientes y su costo por persona es de 14 mil pesos mensuales, nada más súmele.
Ahora la Dra. Diana Carpio fue nombrada subdirectora de atención a la salud, dirección que hace la propuesta de asignación de recursos a las jurisdicciones sanitarias.
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