Por Karina Fernández
Alberto Jiménez Merino aseguró que tiene un expediente libre de corrupción, pero admitió que pesan los señalamientos que le hacen por su vínculo con el ex gobernador Mario Marín Torres, sobre quien tiene una orden de aprehensión por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
De gira por el municipio de Francisco Z. Mena, el candidato del PRI al gobierno de Puebla dio a conocer a los simpatizantes que este fue el único señalamiento que recibió durante el debate entre la terna de aspirantes al cargo, donde la denostación y crítica entre sus adversarios ocupó el 80% del tiempo del ejercicio.
El ex funcionario federal indicó que en el encuentro nadie aceptó que él tiene 27 años sirviendo a Puebla, pero sí lo señalaron por su cercanía con el ex mandatario poblano.
“En el debate lamentable que el 80% de dedicó al ataque entre 2 candidatos. Yo soy el candidato al que el único señalamiento que le hacen es que si es amigo ‘de’ o si trabajo ‘con’, nada más, casi nadie dice que hemos trabajando puebla andado 27 años sirviendo”, recalcó.
El abanderado del tricolor se comprometió a construir hospitales integrales para subsanar el despido de 800 médicos del programa Prospera que, calculó, brindaban hasta 16 mil consultas diarias y que hoy dichas familias dejarán de ser atendidas.
Puntualizó que los nosocomios dejarán de ser “cascarones”, pues se convertirán en inmuebles que brinden distintos servicios, con capacidad suficiente para atender a los pacientes pero también con el personal necesario de médicos y enfermeras.
Finalmente, habló de la atención a caminos para que los servicios médicos también se brinden de manera oportuna garantizando que los médicos lleguen a tiempo a sus centros de trabajo