22-11-2024 05:44:33 PM

¿El previo de una traición?

La traición es una característica propia de los miembros de la “organización”.

El juego de sombras, las señales encontradas, las medias verdades y la falta de respeto a supuestos acuerdos previamente pactados, son elementos que han acompañado por décadas el actuar de quienes conforman el grupo que hoy controla el destino del PAN poblano.

A tal grado se han comportado así, cuando sus intereses están en juego, que ellos mismos aseguran que una traición interna mandó al cadalso a uno de sus principales líderes: Ramón Plata Moreno.

En ese contexto ¿qué no serían capaces de hacer con Moreno Valle?

La ausencia de los “duros” en su destape disfrazado de fiesta de cumpleaños puede ser una señal de que la historia podría repetirse.

La mayoría de ellos sabía que, a diferencia de lo que sucedió en su cumpleaños número 40, en este se buscaba realizar un evento para acercarse a los panistas poblanos y, tal y como el propio Rafael lo reconoció, utilizar su fiesta como un termómetro que le permitiera saber exactamente dónde está parado en función de su relación con los más ortodoxos.

No le fue bien.

Destacaron las ausencias de con quienes en teoría ya había alcanzado acuerdos concretos.

Díaz Caneja, entre ellos.

El senador por Hidalgo y moneda de cambio mediante la cual Rafael pudo competir por una senaduría por las siglas del PAN, después de haberse sentado a dialogar y en teoría haber negociado un supuesto apoyo a las aspiraciones del ex priísta, decidió hacerle vacío y no comprometerse a expresar alguna frase de apoyo a favor de su proyecto político personal.

¿Y Pablito?

¿Qué pasó con uno de los supuestos jefes de la “organización” que tan sólo hace unos días aseguró sin tapujos que Rafael era el único que le garantizaba un triunfo a Acción Nacional en la elección del próximo año?

Más allá de la declaración mediática, nada, absolutamente nada.

Su ausencia en el destape es un ejemplo claro del juego perverso que se está dando al interior del partido y del doble lenguaje que ha prevalecido en esto de brindarle los apoyos necesarios para amarrar la nominación.

¿Dónde estaba Fraile?

El famoso “pastor” del rebaño blanquiazul, ese que en corto le jura amor eterno a Rafael y que se vende ante él como el negociador que le puede conseguir el apoyo irrestricto de los siempre necios yunquistas, de plano se abrió y dejó sólo a su “gallo” en un momento importantísimo para él: la presentación oficial de su tan anhelada afiliación al PAN.

¿Qué pasó con Lalo Rivera?

A la supuesta carta fuerte de los dogmáticos para acompañar a Rafael como fórmula para buscar la presidencia municipal de la capital también le dio frío y prefirió no asistir a la celebración de quién, de concretarse el amarre, se colgará abiertamente para obtener el número de votos necesarios para intentar gobernar la ciudad más importante del estado.

Nada concreto todavía, parece ser la señal.

Las ausencias de Humberto Aguilar y Ana Tere no sorprenden, se daban por descontadas, ambos han sido severos críticos de Rafael y lo seguirán siendo a pesar de que al final éste último pudiera convertirse en candidato a la gubernatura.

Tampoco sorprende la ausencia de Elba Esther.

Por petición expresa de Moreno Valle, la maestra no atendió la invitación para no convertirse en un factor adicional de molestia para los panistas tradicionales.

Su presencia era innecesaria ya que su apoyo y operación electoral a favor de uno de sus ahijados consentidos, están garantizados con o sin el apoyo del PAN poblano.

Sin em,bargo, Bernardo Arrubarrena, el líder municipal del partido y representante de la nueva generación de yunquistas también le hizo vacío a Rafael, tal vez como contrapeso a los supuestos acuerdos que en teoría se habrían concretado en corto con los más poderosos jerarcas de la organización.

El cumpleaños del ex hombre fuerte del melquiadismo nos enseñó que su fortaleza real, en términos electorales, se basa en el equipo que formó desde la Secretaría de Finanzas estatal, ese que mantiene la estructura que responde sólo  a sus intereses particulares, en el ahora llamado neopanismo representado por el líder estatal del PAN y por algunos de los diputados federales a los que apoyó y ayudó a ganar y por supuesto, en su capacidad de sumar alianzas con personajes ajenos al PAN y que pudieran inclinar la balanza a su favor en un escenario de competencia electoral muy cerrado.

Nada más.

Los supuestos apoyos de El Yunque, todavía no deben de ser considerados por Rafael como parte de sus activos para amarrar la nominación.

Todavía no.

Mucho menos ahora que el fantasma de la traición vuelve a rondar el proceso interno de selección de un candidato del PAN a la gubernatura.

¿Qué no?

Ahí está el caso de Paredes, otro que en teoría iba a gobernar el estado gracias a los “amarres” que había logrado con la organización.

latempestad@statuspuebla.com.mx

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