La más noble, blanda y amigable de las drogas, dicen sus defensores. No causa adicción física, sólo mental, porque el bienestar es tanto, que el deseo para volver a consumirla es impetuoso. Hasta usos medicinales se le otorgan y no dudo que los estudios que revelan su utilidad –tanto para la medicina como para la industria- sean ciertos, pero lamentablemente, también existen estudios que demuestran que la mota, es la puerta para otras drogas peores.