Por Alejandro Mondragón
Manuel J. Clouthier tenía siempre una frase para los panistas: “El chiste no es cambiar de amo, sino dejar de ser perros”.
Como oposición en Puebla hasta el 2010, el PAN jamás estuvo sometido a ninguna hegemonía. Ni con El Yunque que se convirtió en los hechos en una agencia de colocaciones de empleo para sus liderazgos.
La Organización perdió varias contiendas internas, como en 1994 cuando Francisco Fraile fue derrotado en la asamblea al Senado por Fernando Herrero; con Gabriel Hinojosa que llegó a la candidatura en 1995 de la mano de organizaciones civiles hasta de izquierda; o Luis Paredes Moctezuma que se impuso a Francisco Emmelhainz por la alcaldía en el 2001.
Con la llegada de Rafael Moreno Valle las cosas cambiaron, porque los jefes de El Yunque pactaron con él su candidatura (Luis Regordosa Valenciana fue el principal promotor y financiero en El Yunque).
Desde ese momento, Moreno Valle se fue apropiando del partido hasta dejar a aquel PAN en la intrascendencia. Callar y obedecer, se volvió la orden a los panistas. Lo que el ex gobernador quería, lo tenían que hacer.
A los principales liderazgos les permitió todo, cuando necesitaba sus servicios los citaba y exhibía sus expedientes. Si no firmas aquí ahora, afuera te van a detener por todos tus pecados. Los medios están avisados, les advertía.
Así se las gastaba. El problema era que todos los azules obedecían, por las buenas o las malas, a su amo. A periodicazos alejó a los rebeldes.
Y todo apunta que seguirán ladrando, pero ya sin amo, porque La Organización quiere asumir el control perdido. Postular a Enrique Cárdenas es un principio fundamental para sacar en definitiva a los morenovallistas del partido.
La fuerza avasallante de Morena y de Andrés Manuel López Obrador los ha obligado hasta cambiar de nombre.
El Yunque ya no se llama Yunque, sino Organización para el Bien Común, donde tratarán de reinventarse.
Dejarán a los morenovallistas incrustados en el PAN morir de intrascendencia. Marcarlos como apestados. La sociedad ya no los quiere.
El amo que los sometió 9 años ya no vive, ahora quieren dejar de ser perros.
Cárdenas es un impresentable para los morenovallistas, quienes no van a jugar con alguien que piense que su mejor carta de presentación sea meter a la cárcel a varios.
Los jerarcas de La Organización para el Bien Común saben que no le alcanzará, pero el ex rector de la UDLAP es útil para que la crisis en el PAN toque fondo y ellos aparezcan para controlar al partido.
Eso explica la llegada de Paco Fraile a la secretaría general del partido. Más vale un pastor conocido…