Por Alejandro Mondragón
Como que algo no cuadra en esa cosa llamada cuarta transformación. En diversas dependencias federales circulan oficios, a través de los cuales se instruye a los funcionarios no hacer lo que la Ley les obliga.
En otras palabras, a no trabajar, hasta nuevo aviso. “No reciban ni los asuntos a trámite”.
Lo peor es que huele al control hasta de los permisos económicos del personal.
¿Se acuerdan de Omar Vergara Valderrábano?
Vivió su época gloriosa de pillerías en los sexenios de Melquiades Morales y Mario Marín. Fue director del Fideicomiso de la Reserva Territorial Atlixcáyotl. Con su aval se presentaron los más escandalosos casos de corrupción en la compra/venta de terrenos en la Angelópolis. Con él se registró la transa total.
Ahora, reaparece como visitador regional de las subdelegaciones de Pesca de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social.
Según el Oficio OC.-00163/18 que envió a todas las áreas nadie podrá hacer nada de lo que corresponde a sus responsabilidades.
Este tipo de circulares proliferan en diversas dependencias del gobierno de López Obrador.
Ahora se explica la parálisis gubernamental en el mejor de los casos.
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