Por Shanik David
Sólo en una de cada cuatro casillas computadas en la elección en el estado de Puebla, las cifras de las actas de escrutinio y cómputo coinciden con los datos reportados en el conteo hecho en los consejos distritales, mientras que en el resto los números no son los mismos.
Este fue tan sólo uno de los hallazgos enlistados en el informe Elección de Estado en Puebla, presentado por Miguel Hernández Reyes, académico de la Universidad Iberoamericana, los cuales, afirmó, ponen en evidencia que no hay certeza en cuanto a los resultados de la contienda en la entidad.
La investigación hecha por los académicos se basó en la documentación publicada por el Instituto Electoral del Estado (IEE), pero desde la difusión de éstos se encontraron las primeras anomalías.
Esto, explicó, pues sólo se pudo acceder al 80 por ciento de las actas de las casillas instaladas el día de la elección, mientras que el resto no están disponibles por tener campos vacíos o están ilegibles.
Además, al revisar las actas disponibles, se detectó que hubo casos en los que votaron más personas de las que se tenían registradas en el listado nominal, lo cual es una causal para que dichas casillas fueran anuladas por la autoridad electoral.
Pese a esto, los votos fueron tomados como válidos y contabilizados en el resultado final de la elección, lo cual, afirmó el economista, representa otra señal de alerta.
Puso un ejemplo de una casilla de Tecamachalco en el que aparecen 717 personas en el listado nominal, por lo que tendrían que haberse contado 735 boletas, contemplando a los representantes de casilla.
En este caso se contaron mil 368 votos para la elección de gobernador, lo cual si bien ya representa una irregularidad, destaca porque sólo hubo 485 votos para la presidencia de la república.
Lo anterior, sentenció Hernández Reyes, demuestra que se dio una operación para el “embarazo de urnas”, lo cual se dio directamente al momento de hacer los cómputos en los consejos distritales.
Por esta razón, acusó directamente al IEE de ser la responsable de la manipulación, pues no sólo tomó en cuenta casillas con irregularidades, sino que fue al momento en el que en la autoridad electoral contó los votos que se dieron las inconsistencias.
Otra de las irregularidades detectadas es que hubo casillas en las que hubo más votos para la elección a gobernador y otras en las que se dio el escenario contrario.
Esto ocasionó que hubiera 64 mil votos más en la elección por la gubernatura que por el Presidente de la República, cifra que equivale a la capacidad del Estadio Cuauhtémoc.
Hernández Reyes explicó que esto se debió a que, de acuerdo con lo documentado, hubo casos en los que se metieron más votos para la elección a gobernador y en otros en los que se sacaron boletas, por lo que se estima que fueron más de 140 mil sufragios los que fueron manipulados.