Por Valentín Varillas
Desde el principio del trienio de Miguel Ángel Huepa, el ayuntamiento de San Andrés Cholula giró documentos en donde emitía una “Opinión Favorable” a empresarios que intentaban instalar casinos en ese lugar.
Firmados por el propio edil, estos significan el primer e indispensable paso hacia el logro de transitar con éxito por la “tramitocracia” característica de nuestra aldeana burocracia.
El documento, sugiere el aval absoluto del entonces presidente municipal a la empresa Entretenimiento de México S.A. de C.V. para explotar el permiso otorgado por la Secretaría de Gobernación federal, en términos de lo dispuesto por la Ley General de Juegos y Sorteos, en el municipio de San Andrés.
Sin embargo, por las razones aquí expuestas en la entrega de ayer, todas de carácter político, la empresa jamás pudo instalar el casino en esta demarcación.
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El mismo camino siguió Leoncio Paisano con la empresa Producciones Móviles S.A. de C.V y con idéntico resultado.
Paisano, además de las “opiniones favorables”, como edil avaló alineamientos y números oficiales, además de licencias de funcionamiento y usos de suelo.
Tampoco se instaló nunca la casa de juego.
Inclusive, en este tema, el entonces director de Protección Civil Estatal, Jesús Morales Rodríguez, aprobó el Programa Interno de Protección Civil presentado por la empresa.
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El tema de la instalación de casinos ha sido motivo de férreas disputas entre grupos al interior del PAN y entre autoridades de distintos niveles emanadas de ese partido.
Al final de su administración, el edil Eduardo Rivera negó permisos para la instalación de casinos en la capital a un grupo específico cuyos intereses custodiaban Luis Alberto Villarreal y Jorge Villalobos, protectores políticos de Juan José Rojas, el zar de los casinos en Monterrey.
Todos ellos, muy cercanos al ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Lalo se mantuvo en la negativa, a pesar de las “fuertes presiones que recibió de influyentes y muy poderosos compañeros de partido”.
Hasta la fecha, créame, no se lo perdonan.
