22-11-2024 01:13:53 PM

El huachicol, más fuerte que nunca

Por Valentín Varillas

 

Números de la terminal de almacenamiento y despacho de Pemex en Puebla muestran que, en lo que va de este año, los niveles de abasto de combustible a las gasolineras ha caído cerca de un 25%.

Lo anterior, no se debe a una escasez de energéticos, sino a una baja importante en las ventas de los establecimientos ubicados en el estado.

Más allá del nombre comercial y la estrategia de posicionamiento y mercadotecnia que cada uno utilice, los empresarios del ramo han visto caer sus ingresos en picada y en tiempo récord.

Autoridades y dueños tienen muy claro lo que pasa: otra vez, el huachicol ha inundado el mercado y lo hace ahora con mucho mayor fuerza.

Sobre todo en lo que al transporte público se refiere.

Las rutas poblanas han adoptado, desde hace tiempo, la cultura de surtir sus unidades con combustible robado, lo que explicaría el por qué no ha aumentado la tarifa al pasaje en los últimos ocho años, cuando, en ese mismo período, por lo menos de manera oficial, el principal insumo que utilizan se ha disparado de $8.50 a más de $20 pesos por litro.

Coincidentemente, el punto de quiebre en los niveles de venta en las gasolineras poblanas se da pocas semanas después de la liberación de Othón Muñoz Bravo, presunto líder huachicolero en el estado, en los últimos días de octubre de 2017.

 

 

Juran los enterados que la salida del famoso “Cachetes” de prisión, ha tenido como consecuencia una disminución importante en los niveles de violencia generada por bandas de la delincuencia organizada que se disputan el control del llamado “triángulo rojo”.

Además,  -otra maldita coincidencia – la supuesta reintegración de Othón a la sociedad se da en la coyuntura previa a la toma de decisiones en torno al proceso electoral de este año y la necesidad específica de financiamiento por parte de algunos aspirantes a cargos de elección popular.

Los poderes de facto, es evidente, se manifestaron de manera contundente antes y durante el desempeño de la elección poblana.

Sus intereses claro está, van de la mano de los intereses de los grupos políticos hegemónicos poblanos.

Así ha sido, así es y desgraciadamente no parece que esto vaya a cambiar en el mediano o largo plazo.

Jamás se reconocerá en el discurso oficial, pero hay cifras contundentes que demuestran el fracaso, intencionado o no, de la lucha en contra de las bandas dedicadas al robo y venta de combustible de Pemex.

Por ejemplo, datos de la paraestatal, publicados por el portal Gobierno Fácil, muestran que en los últimos 7 años, el número de tomas clandestinas ha crecido en un 3152% en el estado de Puebla y nos enseñan también una realidad crítica del 2014 a la fecha, en donde el incremento es del 496% en este breve período de tiempo.

Los datos duros, no la retórica, nos demuestran que el huachicol llegó para quedarse, que irremediablemente ha sentado sus reales en nuestra entidad, gracias a las millonarias ganancias que deja para todos los directa o indirectamente relacionados con este delito.

Ciudadanos y autoridades.

Civiles o militares.

 

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