Por Shanik David
Pese a las críticas generadas al interior de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Claudia Rivera Vivanco se reunió con el gobernador José Antonio Gali Fayad para discutir temas relacionados con la seguridad pública del municipio de Puebla.
Al término del encuentro, la presidenta municipal electa aseguró que en todo momento le dejó claro al gobernador la postura de Morena en relación al fraude electoral que se dio el pasado 1 de julio, y la exigencia del partido de que se limpie la elección, con lo cual intentó acallar las voces que han cuestionado esta reunión.
Rivera Vivanco afirmó que Gali Fayad tomó bien esta postura pues tiene clara la línea del partido y las impugnaciones que se han presentado, y dijo que incluso el mandatario se comprometió a cooperar con las autoridades en el seguimiento de estos recursos.
Insistió que su participación en esta reunión no implica una ruptura con su partido o con Luis Miguel Barbosa Huerta, y que sólo se trató de un asunto institucional para aprovechar el tiempo de entrega recepción para conocer diversos aspectos de la administración municipal.
Es más, señaló que previo a la reunión se comunicó con personas del equipo de Andrés Manuel López Obrador para delimitar la postura institucional del partido.
“No considero que legitime nada, es hacer el trabajo que me corresponde como presidenta electa, es lo que marca la ley, no estoy avalando un fraude”, subrayó.
Esto, continuó, pues sigue firme en la postura de no sostener encuentros con Martha Erika Alonso Hidalgo, ya que no la reconoce como gobernadora electa en tanto no se resuelvan los recursos presentados por Barbosa Huerta en los tribunales federales.
La presidenta municipal electa indicó que debido a que los primeros dos meses de su gobierno serán con Gali Fayad como titular del ejecutivo estatal, era importante establecer desde el primer momento mecanismos de coordinación para poder responder de manera adecuada a las necesidades en materia de seguridad de los ciudadanos, con lo cual defendió la reunión sostenida.
Entre los temas planteados, pidió ser tomada en consideración para las reuniones de seguridad en los meses siguientes, tener recorridos en el C5, que se organicen reuniones con los representantes de la Fiscalía General del Estado y del Poder Judicial para ver los avances de la implementación del sistema penal acusatorio, y que se le presente un diagnóstico acerca de la presencia de bandas del crimen organizado en la capital.
Dirigencia reprocha reunión
Horas antes de la reunión, el dirigente estatal de Morena, Gabriel Biestro Medinilla, lamentó la postura de Rivera Vivanco de aceptar encontrarse con el mandatario estatal, considerando no sólo el fraude electoral del pasado 1 de julio, sino la persecución política que sufren representantes del partido entre los que se encuentra él mismo.
Comentó que desde la dirigencia estatal se hizo un llamado generalizado a todos los presidentes municipales electos de Morena para que no se reunieran con el gobernador Gali Fayad o alguno de sus representantes, pues esto podría servir para legitimar las acciones implementadas por las autoridades en el marco de la contienda electoral.
“Ahorita el régimen está buscando cómo sacar pedazos de legitimidad cuando sabe que no la tiene, el mensaje del partido es claro”, comentó Biestro Medinilla.
Incluso subrayó que el partido no reconoce “a Martha Erika Alonso como gobernadora ni a las autoridades locales que participaron de manera activa en este fraude electoral”.
Explicó que el llamado que se le hizo a Rivera Vivando era a tener “coherencia, congruencia y respaldar a la gente que votó por los partidos de la coalición”, pero que pese a que ignoró los llamados el partido no le dará la espalda o se daría una ruptura al interior del instituto político.
“No tenemos pensado hacer algún tipo de castigo ni división, pero no lo compartimos porque sería fallarle a la gente que confió en nosotros”, insistió Biestro Medinilla.
Una postura similar expresaron los diputados federales electos de la coalición Juntos Haremos Historia, quienes cerraron filas en torno a Barbosa Huerta a quien reconocieron como el ganador de la elección al gobierno del estado.
Por esta razón, adelantaron los futuros legisladores, no se reunirán con nadie del grupo gobernante pues esto implicaría legitimar el fraude electoral, como señaló Alejandro Carvajal Hidalgo, representante del distrito federal 6.
“Como grupo parlamentario de la coalición de diferentes partidos no vamos a entablar diálogo alguno con Gali ni con Martha Erika ni con nadie de su gobierno en tanto no se defina la elección en Puebla”, indicó.
A esto se sumó Lizeth Sánchez García, diputada electa del distrito 5, quien explicó que esto no significa negarse a hablar con las autoridades, sino que simplemente se va a estar a la espera de que los tribunales resuelvan las impugnaciones y definan quiénes son los gobernantes legítimos del estado para trabajar de la mano con ellos.
