Por Alejandro Mondragón
Fueron los diputados federales del PAN que, por obedecer a su jefe Rafael Moreno Valle, votaron contra el propio partido que se oponía a las reformas legales que dieron paso al aumento irracional de los hidrocarburos en México.
La traición la pagó el legislador Eukid Castañón, quien fue cesado de la vicecoordinación política de la Cámara de Diputados.
El Gasolinazo los une.
Los demás, aquellos que junto con el PRI le dieron un golpe al bolsillo de los mexicanos, fueron premiados y ahora, como si nadie se acordara, piden el voto y censuran los gasolinazos de Peña Nieto.
Es el descaro total.
Seis de los 7 personajes fueron recompensados por traicionar al PAN, con el aval del propio CEN y de Ricardo Anaya que en cada oportunidad descalifica los aumentos a los hidrocarburos.
A Miguel Ángel Huepa lo nombraron secretario general del PAN y le dieron una candidatura a su esposa.
A Genoveva Huerta Villegas, candidata a diputada local por la capital.
A Mónica Rodríguez Della Vecchia, candidata a diputada local plurinominal
A Rubén Garrido Muñoz, candidato a alcalde por San Martín Texmelucan.
A Arminda García Escobar, candidata a diputada local por Tecamachalco.
A Hugo Alejo Domínguez, candidato a diputado local por Zacapoaxtla.
Al morenovallismo no le importó nada, porque los premió con nuevas posiciones. Está claro que se las ganaron por abyectos.
En el PRI, los diputados federales que ahora buscan posiciones, pagan el reproche social que los condena al tercer lugar de las preferencias.
Sin embargo, en Morena tampoco se salvan, porque sí hubo un diputado federal traidor al pueblo con el gasolinazo y se llama Alejandro Armenta Mier.
Como priista votó por la reforma legal, ahora aparece como candidato al Senado y navega con bandera de defensor del pueblo.
Qué tragedia para los poblanos.
