Por Alejandro Mondragón
Lambertus Matthijis de Kool es quizá el personaje que mejor ejemplifica lo gandalla, opaco, impune y corrupto del morenovallismo que sigue con él.
Gandalla porque no existe ningún servicio de banquete que no pase por sus manos o negocios gastronómicos que tiene en sociedad con Ángel Trauwitz, presidente de Compromiso por Puebla, restaurantero y ahora próspero constructor inmobiliario.
Opaco porque es la hora que no se sabe cuándo es funcionario público y a partir de qué momento funge como empresario del ramo que controla las zonas gastronómicas de los principales museos de Puebla.
Impune porque las pruebas de sus excesos son evidentes, nadie absolutamente nadie le pone un alto.
Y corrupto porque fija precios exorbitantes en banquetes oficiales a favor de sus empresas.
Como funcionario público, Lambertus Matthijs de Kool, encontró su propia mina oro: ser director de la Expo y del Centro de Convenciones y como tal contratar a sus propias empresas para llenarse las bolsas de dinero.
En su posición, administra la Hacienda de Chautla, la Expo, Centro de Convenciones, los parques y jardínes públicos, lo que le permite contratar a firmas ligadas a él como La Ruta de los Vinos, Tannatelia y Banquetes Garcied.
Es un descaro total de este burócrata dorado que fungió como subsecretario de Turismo dos años, fue el responsable logístico del Tianguis Turístico 2013, cuya sede fue Puebla.
Es socio de la familia Trauwitz, donde Ángel fue secretario de Turismo en los dos primeros años del gobierno de Rafael Moreno Valle y luego fue regidor por semanas para irse de candidato a diputado federal en 2015, donde perdió vergonzosamente.
Lambertus fue director operativo del hotel Bodegas del Molino, propiedad de los Trauwitz.
Ahora, como director de la Expo y Centro de Convenciones realiza sin ningún recato negocios con sus propias empresas. Se auto factura, el cabrón.
Por ejemplo, cobró más de 175 mil pesos por llevarles cafés y galletas a quienes participaron en la despedida de Moreno Valle, como presidente de la Conago.
Lambertus no ha hecho más que puros negocios con sus empresas, con sobreprecios y pagos en automáticos por el servicio.
Hasta parece que fuera socio del propio Moreno Valle.
De acuerdo con las facturas que pagó la Secretaría de Finanzas y Administración a Tannatelia por servicios prestados al Centro de Convenciones se observa el enorme negocio que realizan. Septiembre del 2013 dejó buenas ganancias.
Para los festejos del Día Mundial del Turismo celebrados el 27 de septiembre del 2013, Tannatelia cobró 200 mil 601 pesos. Cada Coffee Brak en 116 pesos con 20 centavos y el juego y fruta en 37 pesos con 50 centavos. Todo más IVA
Importante es que el mismo día que presta el servicio, lo cobra.
Por el Simposium de la enfermera el 25, 26 y 27 de septiembre del 2013 facturó 46 mil 756 pesos. Cada servicio de café y galletas lo cobró en 89 pesos con 96 centavos más IVA.
Esos mismos día facturó 123 mil 220 pesos por un servicio de coffee break tradicional que cobró en 74 pesos con 97 centavos más IVA.
Por cada botana seca 67 pesos con 47 centavos y por un Bux Lunch 59 pesos con 23 centavos más IVA.
El 9 de septiembre del 2013 cobró 52 mil 552 pesos por un coffee break que fijó por unidad en 65 pesos para la Secretaría de Turismo.
Para un show Training Telcel celebrado en el Centro de Convenciones el 28 de agosto del 2013 la empresa del director Tannatelia dio el servicio de coffe break, Bux Lunch y Canapés y cobró 127 mil 627 pesos.
El cliente que se encargó de pagarle fue el Centro de Convenciones de Puebla.
Y Puebla sigue.
El descaro total.