Por Shanik David
Tanto el robo de combustible y la operación de bandas de delincuencia organizada han sido una realidad por mucho tiempo en el estado de Puebla, sin embargo en los últimos años su presencia ha sido más violenta, coincidieron criminólogos al hacer un análisis sobre la situación de inseguridad en el estado.
A decir del académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap), Erick Gómez Tagle López, un factor que influye en el aumento de estos grupos delictivos en Puebla es la cercania con estados como Tlaxcala, Veracruz y Morelos, los cuales tienen graves problemas de inseguridad y corrupción, lo que evidencía que existe un problema estructural en la región centro del país.
Por esto consideró que hace falta que se diseñen estrategias interdisciplinarias para el combate del delito, de modo que no sólo se enfoquen, por ejemplo, a la extracción del robo de combustible, sino también a las condiciones sociales de las comunidades en las que se dan estos hechos, las cuales presentan altos grados de marginación.
Tagle López además refirió que hay impactos colaterales del robo de hidrocarburo que deben ser atendidos como son la corrupción, el tráfico de armas, el robo de vehículos, las amenazas en contra de los policías, elementos del ejército y campesino, así como contaminación de campos de cultivo y de mantos acuíferos, por lo que insistió en la importancia de que se trabajen estrategias integrales para resolver esta problemática.
Algo similar expresó Álvaro Segovia Cruz, director del Consorcio Transdisciplinario de Investigación SECARSOS, al referir que al momento de definir las estrategias para combatir a los llamados huachicoleros se debe poner atención en la violencia que generan como daños colaterales.
Por ejemplo, señaló el incremento en el robo de vehículos en los últimos 18 meses no sólo en el estado de Puebla, sino también en Tlaxcala, que por su cercanía con la región conocida como el Triangulo Rojo también ha sufrido los efectos de estos grupos delictivos.
Apuntó que las unidades que son robadas son muy específicas, pues son empleadas para el transporte del combustible robado: camionetas de una tonelada y media hasta tres, full injection, modelos entre 1990 y 2000, pues estas resultan más económicas para su operación.
Pero este no es el único problema derivado de la operación de estos grupos delictivos, pues comentó que en ambas entidades también se ha incrementado la deserción escolar entre niños de primaria y secundaria, quienes prefieren sumarse a estas bandas como halconcitos, ya que llegan a ganar hasta 30 mil pesos al mes, lo cual supera los salarios que perciben sus padres en trabajos licitos.