23-11-2024 02:45:36 AM

Universitarios piden justicia y alerta de género

Por Shanik David

 

En medio de la marea de jóvenes de playeras blancas se le podía ver para sola, aferrada a una lona sencilla, en la cual aparecía la fotografía de una joven y una leyenda: “Exigimos justicia para Nohemí Guadalupe Espinoza. Desaparecida 29 de marzo 2017 y encontrada asesinada el 30 de marzo de 2017”.

 

“Era mi sobrina, pero como si hubiera sido mi hija”, explicó la mujer, y pese a los lentes oscuros que cubrían la mitad de su rostro la angustia que sufría.

 

Nohemí salió un día de la escuela pero nunca llegó a casa. Su tía preocupada buscó a los directivos del plantel educativo, quienes confirmaron que ella sí fue a clase; al revisar las grabaciones de vídeo se le vio salir, “había unos tipos sospechosos, es todo lo que supimos”.

 

Al día siguiente fue encontrada muerta, remata la mujer al soltar en llanto, pues a seis meses las investigaciones del caso no han llegado a ningún lado. Dijo no saber qué es una alerta de género que tanto piden, y que ella sólo piensa en lo que es una vida.

 

“No es tanto de exigirle a las autoridades, somos nosotros como sociedad, tenemos que asumir nuestra responsabilidad como padres, como madres, tenemos que inculcar valores, cuando alguien quita una vida, destroza la vida de alguien más, sus sueños, sus ideales, destruye a su familia y se destruye a si mismo”, insistió antes de que las lágrimas se apoderen de ella, evitando que pudiera continuar.

 

Este es tan sólo uno de los casos de feminicidios que siguen impunes en el estado de Puebla, y que fueron denunciados durante la marcha que realizaron estudiantes y académicos de las universidades Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) y la Iberomericana para exigir que se tomen acciones efectivas ante este panorama que se vive.

 

En el contingente además se encontraba Rocío Limón, quien lleva más de dos años en busca de su hija Paulina Camargo, quien sentenció que ante la ineficacia de la Fiscalía General del Estado es necesario que se conforme una unidad especializada para la atención de estos delitos.

 

“Nadie tiene derecho de quitarle la vida a nadie, he leído muchos comentarios sobre Mara, sobre mi hija y de otras víctimas, que quieren buscar una justificación de por qué está sucediendo esto, pero no tiene justificación, no fuimos creados para ejercer estos crímenes”, añadió.

 

Rectores lamentan feminicidios

 

Al llegar los manifestantes al Zócalo, los rectores de ambas casas de estudios tomaron la palabra para indicar que si bien la violencia que se vive es un problema generalizado en el país, es necesario que a nivel local se tomen acciones de manera urgente.

 

“No podemos permitir que la violencia se normalice, no nos podemos acostumbrar” exclamó Emilio Baños Ardavin, rector de la UPAEP, al señalar que contrario al discurso oficial la inseguridad va a la alza, por lo que los gobernantes deberían generar estrategias para atender este problema desde su raíz que es la desigualdad social que se vive.

 

Además, lanzó un llamado enérgico para que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia en contra de las Mujeres (Conavim) reconsidere la alerta de género para Puebla toda vez que ha quedado en evidencia que las acciones implementadas no han sido suficientes.

 

A esto se sumó el rector de la Iberoamericana Fernando Fernández Font, quien acusó de manera puntual que la problemática social que se vive en la entidad es una herencia de los gobiernos anteriores que no combatieron de frente a la delincuencia y que, por el contrario, pactaron con los grupos delictivos.

 

Ante esto, llamó a los jóvenes a no quedarse sólo con las manifestaciones y los gritos, sino buscar la forma de aportar al cambio social para evitar la reproducción de este tipo de conductas.

 

“Si tenemos valores que sólo nos interesan a nosotros mismos, sino buscamos el bien común si no somos solidarios con los que menos tiene, si no buscamos un equilibrio no podremos lograr una solución”, concluyó.

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