Se llama Jorge Ruiz Romero.
Es diputado local del PRI.
Se le conoce como “El Sirenito”, porque jamás le alcanzó para ser Delfín.
Su problema no es el pasado, sino sus antecedentes.
Si en Puebla se aplicará la Ley y no la complicidad ya estaría en traje de rayas.
Es un dogerista convenenciero.
Lo sabe bien.
Pues resulta que esta criatura del mar empezó el cabildeo legislativo con la oposición para armar una campaña en contra de los próximos marinistas que comparecerán ante el Congreso del Estado.
En particular ha ofrecido “datos duros” contra el secretario de Obras Públicas, Javier García Ramírez.
Y es que –según ha presumido a opositores- cuenta con toda la línea informativa del alcalde Enrique Doger para “acabar” al funcionario.
Según lo dicho por parte de “El Sirenito” hay cuentas pendientes contra García Ramírez, a quien responsabilizan de todos los males registrados en el distribuidor vial 475, las fallas técnicas y estructurales de Cúmulo de Virgo y, sobre todo, el desastre en que se convirtió el puente de Tlaltepango.
¿Qué opinarán los diputados priístas de este personaje?.
¿Se deslindará apenas se entere el secretario marinista?.
¿Le echará la culpa a Doger como suele ocurrir para lavarse las manos?.
Falto poco para saber.
El martes de la próxima semana comparece García Ramírez.
Habrá que estar atentos.
¿Y ELLOS QUÉ HICIERON?
Una intensa campaña mediática se ha desatado desde lo más oscuro de las redes de complicidad policiaca, a raíz del nombramiento de Guillermo Hidalgo Vigueras como secretario de Seguridad Pública.
Nada más una pregunta:
¿Qué hicieron ellos para combatir la delincuencia cuando estaban en el cargo?.
La respuesta es simple:
Proteger a las mafias.
¿No?.
