Trascendió que empezó la limpia en la Secretaría de Salud.
Los cambios se concentrarán en la Dirección de Apoyo a la Operación e Infraestructura.
Cuatro coordinadores del área serán relevados de sus cargos por incompetentes e implicados en actos de corrupción: Rosendo Moreno, Lucino Villareal y Martín Zavala y Gilberto González.
Un despacho externo realizó varias auditorías, las cuales demostraron que las compras realizadas en los últimos meses son ilegales, los trámites no están completos, los proveedores no existen, incluso avalan que el Departamento de Recursos Materiales no lleva firma, tan es así que la Dirección de Finanzas y Administración ya giró un memorándum a cada uno de los Coordinadores de Compras y este fin de semana se pusieron a trabajar para hacer el Acta-Entrega, presentar su renuncia y esperar que no les finquen responsabilidades.
Los cambios estarán acompañados con lo que se comenta de manera insistente en los pasillos de Salud: La salida de Leopoldo Eussa, quien entregaría la responsabilidad al contador Javier Luna López.
Se sabe que el poderoso subsecretario de Finanzas, David Villa Issa, no le toma las llamadas a Leopoldo Eussa, luego del trato que recibió su hermano en la dependencia. El secretario de Gobernación, Mario Montero, ya se cansó de que para todo culpe a Sandra de Ita.
También lo tiene bloqueado el otro subsecretario de Administración de Finanzas, Jorge Mendoza, después de los conflictos suscitados entre ambos por la compra de la vacuna antirrábica del año pasado.
Los aliados de Eussa han sido rebasados: Adolfo Carrillo, el general y subsecretario; la contadora Elisa del Perpetuo Socorro; Erick Parker; y el propio Martín Zavala, quienes aparecen involucrados en realizar compras 30 por ciento arriba de los precios reales.
Luna ya les pidió a los coordinadores los avances y requisiciones de usuarios con fecha de entrega para ayer, a efecto de que ya no comprometan los recursos federales y estatales.
Por lo pronto, cuentan que ante el escándalo del manejo de los fondos provenientes de la Federación ya empezaron a librarse órdenes de aprehensión contra actuales y anteriores responsables funcionarios de primer nivel.
Además, el Sindicato pretende parar hospitales y clínicas, así como cerrar la Oficina Central, ya que no les han entregado uniformes prometidos, pues éstos ya fueron comprados y pagados, pero como siempre los proveedores ahora no pueden cumplir, pues ellos ya dieron su tajada a los funcionarios desde diciembre.
La pregunta ¿Y sus jefes Enríquez y Carreón?.
La araña investiga.
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