Por Alejandro Mondragón
Rafael Moreno Valle dejó muy en claro a Josefina Vázquez Mota que su respaldo total a la campaña panista en el Estado de México dependía de una cosa:
“La presencia de Eduardo Rivera es un agravio para mí y mi gente”.
Así lo soltó y agregó: “si está en tu campaña, entonces yo no estaré”, apuntó quien se ha alejado de los intereses azules.
La candidata a la gubernatura del Estado de México le respondió con otro claro mensaje:
“Eduardo Rivera coordinará la estrategia de mi campaña”.
Y Moreno Valle contraatacó: el Congreso del Estado de mayoría morenovallista inhabilitará al ex alcalde del PAN, Eduardo Rivera, por 12 años, además de pagar una multa millonaria por presuntos malos manejos.
Moreno Valle quemó su carta. Su plan de dejar fuera a Rivera de cualquier escenario electoral en Puebla, lo llevó a abrir su juego.
En el CEN del PAN le brindaron todo su respaldo a Rivera, quien -quizá Moreno Valle no sepa- es el puente de Los Calderón con Vázquez Mota. Quien coadyuvó a recomponer la relación dañada en 2012.
Además, cada vez más cerca están las posiciones de Zavala y Anaya, donde este último ha encarecido su oferta de declinar por Margarita con Moreno Valle reprochando.
El líder nacional del PAN tiene los estatutos a su mano para despojar al morenovallismo del partido en Puebla y realizar una purga histórico, pero también hace su juego en aras de llevarse una buena tajada del pastelote del 2018.
El punto es que el veto de Moreno Valle a Eduardo Rivera comenzó a fortalecer el contra veto de liderazgos nacionales a la opción de Martha Érika Alonso como candidata del blanquiazul a la gubernatura.
Si el ex gobernador de Puebla veta a Rivera, Los Calderón harán lo propio con Martha Érika y asilar a Moreno Valle del escenario nacional del reparto de posiciones para el 2018. Un pastel se disfruta más entre dos que entre tres.
Es inminente que a Rivera lo castigue el Congreso morenovallista, pero es muy factible que gane en tribunales cualquier sanción en Puebla. Hay antecedentes de otros ex alcaldes que dejan en ridículo a las autoridades legislativas.
Pero lo más interesante de esta historia es que Los Calderón, Josefina Vázquez Mota, Ricardo Anaya, gobernadores, senadores y diputados coinciden en que Moreno Valle con su veto a Rivera, en realidad veta a Martha Érika.
NOTA BENE
Al cierre de la edición, se desconocen aún los agravios de Rivera hacia Moreno Valle y su “gente”. Seguiremos informando.
