Por Alejandro Mondragón
En la llamada Inteligencia es en lo que más ha gastado el ex gobernador Rafael Moreno Valle, dentro de su proyecto denominado: Los Pinos 2018.
Buena parte del espionaje se disfrazó en estrategias para el combate de la delincuencia organizada, cuando en realidad se emplearon en vigilar opositores y aliados.
Cientos de millones de pesos al año eroga en dos vertientes: espionaje y contraespionaje.
La primera enfocada a Puebla para controlar a enemigos, amigos, empresarios, políticos y periodistas. De ésta se encargo a Héctor Arrona (actual Contralor Municipal con Luis Banck), quien llegó a operar Centro de Análisis Prospectivo, por recomendación de Jorge Tello Peón, considerado el Gutiérrez Barrios del sector privado.
Arrona reportaba directamente a la Secretaría General de Gobierno, aunque Tello dejó de asesorar a Moreno Valle por choque de intereses, pues optó por seguir al servicio del Grupo Monterrey.
La segunda, el contraespionaje, se encuentra muy ligada al proyecto presidencial 2018. La inteligencia se extiende a estados claves en votación, como la CDMX, Estado de México, Veracruz, Jalisco, Nuevo León, Quintana Roo y, por supuesto, Puebla.
Se han instalado oficinas para ver y escuchar a adversarios, aliados y, sobre todo, a los competidores para el 2018.
Esta labor se la encomendó a Joaquín Arenal, viejo espía del sistema, ex delegado del CISEN en Puebla, quien se ligó al morenovallismo de la mano del primer secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado.
Ambos se conocieron en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, fundado por el también asesor del gobierno de Puebla, Jorge Carrillo Olea, quien es muy cercano a Jorge Tello Peón.
Arenal laboró en el gobierno de Vicente Fox como director de Investigación del CISEN, cargo que dejó al ser descubierto interviniendo comunicaciones del ex gobernador de Chihuahua, Patricio Martínez García.
Luego fue designado jefe de la Oficina de Investigación Aduanera de la Administración General de Aduanas, de la que salió tras la confiscación de 207 millones de dólares al empresario mexicano de origen chino Zheli Ye Gon, producto del tráfico de efedrina y otras sustancias usadas para elaborar metanfetaminas, y en 2008 regresó al CISEN como director de Seguridad, es decir, el área de contrainteligencia, desde cual se dedicó a espiar a personajes como el entonces senador Manlio Fabio Beltrones, según publicó el periodista Rodolfo Ruiz de E-Consulta.
Arenal está a cargo del contraespionaje a personajes nacionales de cara a la presidencial del 2018.
En realidad, lo que negociará Moreno Valle serán expedientes por conservar su búnker en Puebla.
Lo de retener la Angelópolis como feudo se volvió una prioridad, pues los enemigos del Góber Bala se aglutinan en torno a López Obrador, que ya dijo que Moreno Valle terminará en la cárcel.