Por Alejandro Mondragón
A unos días de dejar el cargo, Moreno Valle está convencido en haber sido el mejor gobernador de la historia de Puebla.
Los gritos de miles de poblanos que aprovecharon el pasado sábado la marcha contra el alza impune a la gasolina le demostraron que no, no es un mandatario querido ni respetado.
En la explanada del zócalo se coreó un espontáneo: “Moreno Valle nos tiene hasta la madre”, video que se viralizó en redes sociales.
Ninguna mano negra hubo detrás de la muestra ciudadana de rechazo a un mandatario que horas antes de la manifestación, se mantuvo ausente de la más grande crisis de gobernabilidad. Hasta el sábado por la tarde le prendieron las computadoras del C5 para presumir que monitoreaba la capital del estado.
Cientos de pandilleros y encapuchados empezaron la noche del jueves a saquear tiendas comerciales con la más absoluta impunidad.
Medios de comunicación del Tripack dieron rienda suelta a todo de rumores que indicaban el caos, exigían a la población quedarse en sus casas, no salir.
Las horas posteriores siguieron asustando a la población. Obligaron a comerciantes y vecinos a tomar palos y cualquier cosa para defender su patrimonio.
La policía estuvo ausente hasta que horas antes de la marcha contra el gasolinazo el rumor se intensificó: cerraron plazas como Angelópolis en una descarada muestra de manipulación social. Mensajes en Whatsapp indicaban que nadie saliera el sábado a la calle, porque Moreno Valle usaría al ejército y policía para aplicar la #LeyBala.
Y, el mismo audio (copia en poder del reportero) señalaba que los saqueos seguirían ahora en las casas, por lo que se pedía permanecer ahí para defenderlas.
Era la voz de una mujer que citaba fuentes de la policía municipal y protección civil.
Era la locura. Sin embargo, miles de poblanos ignoraron los rumores alentados por los propios medios del Tripack e incluso cuentas paleras que se usan para alabar a Moreno Valle.
Los poblanos empezamos a saber que buena parte de los saqueos habían sido cometidos por pandilleros que trajo a Puebla, Antorcha Campesina. Que había estudiantes de la BUAP involucrados y hasta policías vestidos de civil.
El milagro se hizo. En unas horas se acabaron los saqueos, pandillerismo y demás fauna. Los poblanos ocuparon las calles para repudiar a Peña Nieto, decirle que es una chingadera su gasolinazo, pero también para dejar constancia que un amplio sector de la sociedad está hasta la madre de Moreno Valle.
Y es que a unas horas de dejar el cargo, el mandatario se comporta igual o peor que Marín.
Regala notarías a los suyos, como lo hizo su ex, se blinda en materia de Transparencia y mantiene un desorden en dependencias con nóminas infladas de familiares de secretarios y subsecretarios.
Además, buena parte de los moches han sido trasladados a otras entidades, como Jalisco, Chiapas, Quintana Roo y Veracruz.
Lo más grave: Moreno Valle operó con Peña Nieto el gasolinazo, pues sus diputados favorecieron con su voto el incremento, aunque ahora dice que su gobierno no es culpable de ello. Claro, es corresponsable.
Ahí están las denuncias de los oradores de la marcha contra el gasolinazo, donde mencionaron por nombre y apellido a los morenovallistas que traicionaron al pueblo.
Lástima ,gobernador. Tu pueblo se hartó de ti.
Los poblanos hasta la madre de él, tanto como de Marín, Melquiades o Bartlett.
