Por Alejandro Mondragón
Un fracaso resultó la primera etapa de producción y envío de los primeros vehículos modelo Q5, ensamblados en la recién estrenada y moderna instalación de AUDI en San José Chiapa, la cual dispuso de millones de dólares de los erarios federal y estatal.
No ha sido lo que se esperaba. El primer barco a Europa con las Q5, producidas en Puebla, fue compartido con otras armadoras. De los 1, 200 espacios, la compañía alemana sólo pudo llenar 400 lugares. De hecho, hay cerca de 4,000 camionetas esperando retrabajo y están repartidas en los patios de las naves.
Ante tremendo papelazo, los alemanes tropicalizados en Puebla, pidieron que el siguiente embarque fuera exclusivamente para AUDI.
El problema es que sólo se enviaron 600, la mitad del barco con capacidad para 1, 200 plazas. No había más con qué llenar.
Lo penoso no termina aquí. Resulta que en las concesionarias europeas hay muchas quejas, pues la mitad de unidades que llegaron al viejo continente tiene defectos.
Faltan molduras, fallas en los tableros, entre otros más.
Ya está listo el tercer barco para 1, 200 vehículos, pero sólo llevan 300 camionetas Q5, las cuales tienen muchos defectos.
En la planta, se dispuso ya de una nave para arreglar lo que no saben armar.
Y mientras tanto, los directivos de la firma germana en el negocio con las constructoras de la planta; eso es lo único que sigue dejando millones.
Los mismos funcionarios de la armadora les sugieren a las empresas que no paguen las cuotas de IMSS, pues nadie se atreverá a meterse con AUDI. Menos el Seguro Social.
Así que los directivos reclaman su moche, pues se ahorrarán mucho dinero en las cuotas de los derechohabientes.
A ver qué explicación puede dar Raúl Rodríguez, director de Seguridad, Medio Ambiente, Sustentabilidad y Gestión de Permisos de AUDI en México, porque su nombre aparece entre los que piden moche.
Los directivos andan en sus fiestas. Salieron buenos para la nalga. En lo suyo.