Por Alejandro Mondragón
Zeferino Juan Sánchez Zarza, exencargado de la Secretaría de Seguridad Pública en el sexenio de Rafael Moreno Valle (2013 y 2015), ya es un influyente universitario.
La BUAP forma parte del gabinete ampliado del góber.
Sánchez Zarza es un personaje cercanísimo al mandatario poblano y experto en el análisis de la Inteligencia. Ahora forma parte de la nómina del personal de la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria de la BUAP.
Pero no crea que gana poca cosa. Su sueldo es superior al de Alfonso Esparza. En la BUAP se paga mejor por ser espía que rector.
Así se las gasta Moreno Valle en la BUAP, a donde mandó a Sánchez Zarza a vigilar a los universitarios y espiar a Esparza para garantizar que la estructura de la institución se mantenga ajena al PRI de Blanca Alcalá.
Esparza contrató para la DASU un outsourcing, a través de la firma Vigilancia Corporativa del Sureste, desde donde le transfieren al morenovallista 34,999.95 pesos quincenales como analista de Inteligencia.
El rector, sin embargo, percibe 31,630.80 pesos cada quincena.
http://acreditacion.cs.buap.mx/acreditacion_R1LCC/Documentos/6.Profesores/Informacion_40_CC.pdf
¿Qué hace en la revisión de la seguridad universitaria, el subsecretario de Inteligencia e Investigación de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Puebla en el periodo Febrero 2011-Mayo 2015?
Sí, el encargado del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI-PGR). Enero-noviembre 2009.
Ajá, el Director General de Análisis de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención de la Policía Federal Preventiva 1999-2007.
El mismo director Adjunto de Análisis del Centro de Investigación y Seguridad Nacional de la SEGOB 1998.
Director de Investigación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional de la SEGOB 1997.
Pues espiar a Esparza y su equipo de universitarios.
No más, no menos.
Podrán alegar que su cargo en la DASU desde mediados del 2015 es para vigilar que las cosas marchen bien en la BUAP.
El problema es por qué pagar a un analista de Inteligencia más de lo que gana el rector Esparza si hace unos días lea lo que pasó. De risa.
Un alumno se acercó a un vigilante para decirle que no fuera a trabajar porque ese día tenía conocimiento de que se colocaría una bomba en la Facultad de Derecho.
El personal de vigilancia no reportó a sus superiores y, efectivamente, ese día se realizó un desalojo porque había un artefacto sospechoso en la Facultad de Derecho.
La sobrina de Esparza, Susana Hernández, sigue en lo suyo. Ahora es subdirectora de la DASU, ya sin Octavio Vázquez, transferido al Complejo Cultural Universitario.
Cree que con un par de cervezas más, el director Steger dejará el cargo para quedarse como La Dueña de Esparza, perdón de la DASU.
De nada sirvieron los millones de pesos invertidos en la nueva central de monitoreo, si ésta no sirve para nada.
Sólo hay dos empleados para el monitoreo por turno matutino, 2 en vespertino y uno en nocturno, para operar más de 300 cámaras. La locura.