Por Alejandro Mondragón
El nuevo director de la Facultad de Derecho, Roberto Santacruz, está denunciado por acoso sexual, corrupción y desfalco.
A pesar de las graves acusaciones, el rector Alfonso Esparza, a través de su secretario general, René Valdiviezo, lo impuso, sin el menor recato, amén de que pone en riesgo a la comunidad universitaria ante sus mañas.
No es el primer funcionario de unidad académica señalado de acosar alumnas, vender tesis y desviar fondos de la BUAP.
Con tal de operar su reelección, a Esparza no le importa rodearse de impresentables.
Aquí tres pruebas.
DEBES SER NIÑA BUENA
En septiembre del 2006, una alumna de la escuela incorporada a la BUAP, Centro de Estudios Las Américas, interpuso una queja por acoso sexual en contra del hoy flamante director de Derecho.
Resulta que Santacruz le pidió que lo propusiera como parte del jurado de su examen profesional. Ella aceptó el cambio y quedó en el equipo de sinodales.
Primero, Santacruz empezó a criticar su tesis, pero le dijo que no se preocupara, mientras le acariciaba el pelo y luego la espalda.
Un día antes del examen, la invitó a tomar un café. Ella se negó y le quitó las manos de su espalda baja. Santacruz cerró la puerta de la oficina y comenzó acariciarla diciéndole que fuera una niña buena y le iría muy bien en el examen. La estudiante huyó como pudo.
Le avisó a su asesor de tesis lo ocurrido, quien le dijo que ello no afectaría en nada su presentación.
Durante su exposición, Santacruz endureció su discurso y presionó con todo a la alumna. Al notar esa situación, el académico intervino y el hoy director cambió su actitud, al grado de felicitar a la egresada.
Aquí se reproduce la denuncia de la alumna, quien acusa al hoy director de Derecho de acoso sexual.
TESIS DE 5 MIL PESOS
Una egresada de la BUAP sin titularse se encontró a Roberto Santacruz, después de varios años. El hoy director de Derecho le ofreció una tesis para ayudarla, pero le dijo que le costaría 6 mil pesos.
Por su urgencia de titularse, la mujer aceptó la oferta de Santacruz, quien terminó por venderle el trabajo en cinco mil pesos y le prometió que en dos meses sería ya licenciada.
Cuando ella revisó el trabajo se dio cuenta que estaba mal hecho y todo su contenido había sido bajado de internet. Le reclamó a Santacruz, quien le dijo que no corrigiera nada, que él sería su asesor de tesis y la pasaría.
Después de varias llamadas infructuosas, ella terminó por rehacer la tesis, presentar el examen y proceder a interponer una denuncia, asumiendo su irresponsabilidad, ante la Facultad de Derecho, la cual nunca dio seguimiento al caso.
La queja quedó registrada en mayo del 2011, fecha en la que el director era Guillermo Nares.
Aquí la segunda prueba.
DESFALCO DE 4 MILLONES
Roberto Santacruz fungió como coordinador del Diplomado sobre Juicios Orales, el cual se realizaría del 18 de septiembre al 5 de diciembre del 2015.
El curso fue suspendido porque se detectó la venta del diplomado por parte del coordinador y la particular del Director de la Facultad de Derecho, Carlos Moreno.
Es la fecha en la que no devuelven el dinero entregado por los alumnos que se inscribieron. Pagaron en promedio 5 mil pesos.
Se estima que andan volando 4 millones de pesos. Santacruz está implicado. En lugar de proceder legalmente en su contra, Esparza lo nombra Director de la Facultad de Derecho.
Por cierto, Roberto Santacruz se ostenta como maestro certificado por Setec en juicios orales, cuando reprobó los exámenes.
Aquí el diplomado que nunca se dio.
La BUAP, podrida.