Por Shanik David
Con una participación de aproximadamente el 62 por ciento del padrón de militantes, se concretó la llegada de Jesús Giles a la presidencia del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional, así como de Martha Erika Alonso de Moreno Valle como secretaria de organismo político.
Aunque desde temprana hora se dio a conocer a correcta instalación de las casillas, la afluencia de votantes fue mínima, aunque al cierre de la jornada se proyectaba que de los 35 mil militantes panistas 22 mil acudieron a las urnas.
Destaca que, por ejemplo, en el municipio de Puebla, donde el padrón, incluidos los militantes que se anexaron de manera irregular el año pasado, alcanza los 8 mil 600 panistas, pero de acuerdo a las cifras preliminares sólo 3 mil 599 votaron, es decir el 41 por ciento de los miembros del partido en la capital.
Un caso similar se dio en Atlixco, en donde se reportaron 585 votos emitidos a favor de la planilla única, pero el padrón de militantes en el municipio asciende a poco más de mil 500, es decir sólo una tercera parte de los panistas salieron a votar.
Estos datos son reflejo de las primeras proyecciones que reportó la Comisión Organizadora de manera no oficial, al tenerse computado poco más del 72 por ciento de los votos.
Esto se debe a una desmotivación clara por parte de la base de Acción Nacional, sentimiento que fue reconocido por la esposa del gobernador cuando llegó a la casilla ubicada en el Paseo Bravo para emitir su voto.
Alonso de Moreno Valle aceptó que en sus recorridos hacia el interior del estado como parte de la campaña para la elección interna, en donde sólo se registró la planilla oficial, se detectó la falta de motivación por parte de los militantes.
Sin embargo, evitó hacer un posicionamiento sobre el hecho de que liderazgos panistas no hayan votado como Eduardo Rivera Pérez o Rafael Micalco, al referir sólo que ambos no participaron porque no se encontraban en la entidad.
La virtual secretaria del CDE añadió que una vez que entre la nueva dirigencia se tendrá una política de puertas abiertas, para dialogar con todas las corrientes internas del partido, y así evitar las “heridas” que han ocasionado el malestar entre los militantes, y que orillaron por ejemplo a la salida de Ana Teresa Aranda.
Incluso, la esposa del gobernador fue enfática al referir que pese a estas situaciones que vive el partido, no se corre el riesgo de perder la elección del próximo año, pues se hará un trabajo de unificación, esto a pesar de que la nueva dirigencia llega con un problema de credibilidad por parte de la militancia.
Por separado, Pedro Gutiérrez Varela, integrante de la Comisión Organizadora del proceso interno, resaltó que con esta jornada se demostró que el PAN es el único partido que realiza elecciones de manera democrática para elegir tanto a sus dirigentes como a sus candidatos.
Incluso resaltó que la nueva dirigencia fue electa “de manera democrática”, pese a que sólo se inscribió una planilla para este proceso de renovación.
