Por Shanik David
Una vez más, la licitación para la construcción del Tren Turístico Puebla-Cholula fue declarada desierta por las autoridades estatales.
Sin embargo, esta información fue ocultada por la Secretaría de Finanzas y Administración, pues si bien la reunión donde se dio a conocer el fallo de la licitación, o en este caso su cancelación, se dio el pasado miércoles 2 de septiembre a las 5 de la tarde, fue hasta la mañana de este lunes cuando la información se hizo pública en el portal de Compranet.
Es importante precisar que como parte de este contrato sólo se tiene prevista la adecuación de las vías ferroviarias que ya se encuentran en la actualidad, y que la construcción de las estaciones se realizarán por medio de un contrato diferente.
Fueron 11 las empresas que habían adquirido las bases de esta licitación, pero sólo cuatro de éstas lograron integrar una propuesta económica y ténica para el proyecto, mientras que la gran mayoría desistió en el proceso.
Los costos que presentaron las empresas iban desde los 117.2 millones de pesos, hasta los 179.1 millones, según se indica en el acta correspondiente.
Si nien las autoridades habían anunciado un presupuesto de por lo menos 271 millones de pesos para esta obra, aunque hay versiones que apuntan que costará hasta 800 millones, dos de las propuestas antes mencionadas fueron rechazadas por exceder el monto que se tenía previsto.
Destaca que entre las causales por las cuales se desecharon las otras dos ofertas hechas por las empresas, se encuentran cuestiones un tanto ambiguas.
Por ejemplo, en el caso de Constructora Gallo Meda, se indicó que no acreditó capacidad financiera, además de que dentro de su proyecto técnico contemplaba la adquisición de soldaduras, concreto y fierros, pero dado que éstos insumos serían dados directamente por la Secretaría de Infraestructuray Transportes, el hecho de que se hayan contemplado era suficiente para desechar la propuesta.
Un caso similar fue el de la empresa Nexumrail, pues en su caso se indicó que no contaba con permiso para el uso de un banco de desecho de materiales, además de que dentro de sus gastos no consideraba el pago de prestaciones como IMSS o Infonavit a sus obreros, a lo cual se sumó que no contempló una carta para solicitar el arrendamiento de una locomotora necesaria para el desarrollo de las obras.
