Cuatro meses después de haber solicitado una audiencia con el rector Alfonso Esparza Ortiz, los trabajadores de las Farmacias Flemming, quienes se encuentran en lucha por la defensa de sus derechos laborales, siguen en espera de una respuesta a su situación.
Laura Planer, representante de los cerca de 30 empleados de estas unidades médicas, explicó que desde febrero de este año han buscado en dos ocasiones al rector, pero que éste ha evadido las citas con ellos.
En respuesta a la primera petición, recordó, recibieron un oficio firmado por la abogada general de la universidad, Rosa Isela Ávalos Méndez, el cual no contenía ningún tipo de solución, además de que no había algún posicionamiento de parte del rector.
Posteriormente, el 4 de junio solicitaron un nuevo encuentro con las autoridades universitarias sin respuesta alguna.
Planer recordó que desde 2007, bajo el rectorado de Enrique Agüera Ibáñez, las Farmachas Flemming fueron absorbidas por empresas de outsourcing, a pesar de que el rector les había informado que pasarían a ser parte de la Facultad de Ciencias Químicas.
Con la entrada de empresas como Hergo Soluciones, Cooperativistas Angelopolitanos de Asesoría y Servicios S.C. de S.R.L., y Limpieza e Integradora de servicios, ocasionó que los empleados perdieran su antigüedad, así como derechos ganados con el paso de los años y, en consecuencia, se vieran afectadas sus jubilaciones.
En su momento, los representantes del movimiento se acercaron con los líderes del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (Suntuap), además de que presentaron demandas laborales apoyadas por el abogado Abelardo Cuéllar, pero al paso de casi 8 años de la decisión no hay quien dé respuesta a sus peticiones.
La trabajadora agregó que además de la falta de respeto a sus derechos, quienes integran este movimiento han sido objeto de hostigamiento tanto por parte de la universidad como de la misma empresa, pues hasta dentro de los propios trabajadores de las farmacias se han dado favoritismos y prestaciones adicionales.
Es más, señaló que tienen identificados empleados de las farmacias que, en años anteriores, ya han sido reconocidos como trabajadores de la universidad, mientras a que a los de mayor antigüedad se les tiene en la incertidumbre laboral.
