Son precisamente los burócratas que sabedores de su salida y las continuas ofensas que disponen de voluminosos expedientes contra directores, subsecretarios y secretarios del gabinete morenovallista. ¿Cómo creerle a Moreno Valle que no hay recursos para pagarles sus honorarios cuando él todos los días llega a su oficina del CIS en helicóptero?
2.- Muchos malos manejos. En el gobierno local cada vez aparecen más evidencias sobre el enriquecimiento inexplicable de muchos consentidos del régimen. La proliferación de prestanombres, la aparición de sociedades entre funcionarios y contratistas, las cuentas bancarias en el extranjero, propiedades, sociedades empresariales, bonos de inversión y adquisición de coches antiguos, relojes y vinos. Ninguna secretaría se salva del señalamiento de corrupción que en Puebla no se aborda por medios de comunicación, a los que se paga por encubrir. La ruta está trazada para hallar en el camino a los responsables del saqueo de la entidad.
3.- Falta de control en los accesos a la información. La comisión sobre la transparencia quedó como parapeto de un régimen que hace agua con las filtraciones informativas. No hubo antídoto a tiempo, menos habrá en la recta final del sexenio. La idea es dejar a Moreno Valle y su equipo sin armas de defensa para la guerra electoral que se avecina en el 2018. Mientras se le imputan señalamientos graves, ¿qué harán sus aliados que queden en Puebla? Dos caminos: terminar como cómplices o cobrarle todas las ofensas y amenazas que también les endilgó en todo el sexenio. Al gobernador nada más le queda no escuchar ni ver las denuncias de corrupción contra su gestión. Él sabe que entró a la fase del descrédito nacional.
La filtración de información es el antídoto a todo régimen autoritario. Esa ha sido la base de Wikileaks.
Un esquema similar en Puebla, como ocurre en el mundo y en el propio México, haría vulnerable al modelo de control de Moreno Valle.
Las redes sociales son hoy el principal riesgo de los regímenes verticales.
Viene buena sacudida informativa para romper el control mediático del gobernador en Puebla.
Los poblanos se olvidarán de los medios convencionales. Cualquiera será un informante anónimo.