Un encuentro de arrumacos entre los dos mandatarios, Rafael Moreno Valle y Enrique Peña Nieto, y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad que provocó la detención de tres alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) por manifestarse en contra de la visita del político mexiquense y por la aparición con vida de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, fue el marco para la inauguración del nuevo Hospital del Niño Poblano (HNP).
Los jóvenes, detenidos por policías municipales del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), fueron liberados cerca de cinco horas después de su arresto que se produjo frente a la entrada de la Universidad Iberoamericana, lo que permitió que la mayoría del pequeño contingente grupo se refugiara al interior de dicha institución educativa.
De acuerdo con los estudiantes fueron llevados ante un juez calificador y acusado de alterar el orden público, y liberados sin que mediara multa alguna pues el juez a cargo decidió que no había pruebas que sustentaran los cargos.
“Bajo su liderazgo”. No, no, “estamos trabajando en equipo, Gobernador”
El acto protocolario sirvió de escenario para que ambos mandatarios pudieran presumir sus logros, el poblano su lista de avances en materia de salud y atención hospitalaria; el mexiquense los resultados de las reformas estructurales que permiten que ahora ya no se cobre la larga distancia y el incremento de la gasolina en enero sea “el último gasolinazo”.
Fue un evento breve, de no más de 30 minutos pero que permitió que Moreno Valle le dijera a Peña Nieto: “aprovecho la ocasión para reiterarle mi agradecimiento por el apoyo que nuestra entidad ha recibido de usted y su gobierno en todos los ámbitos. Le expreso mi reconocimiento y el de todos los poblanos por el inicio de obras trascendentes como el inicio del segundo piso de la carretera México-Puebla, la modernización del periférico ecológico y la rehabilitación de la carretera Tepeaca-Tehuacán, con estas acciones usted está cumpliendo los compromisos que asumió con el estado”.
Y agregó al finalizar su discurso: “Frente a las oportunidades y retos que los mexicanos tenemos por delante hoy como ayer, señor presidente, le refrendo mi voluntad y compromiso para seguir trabajando en la construcción de una patria más justa, más equitativa y con oportunidades para todos”.
En respuesta, Enrique Peña Nieto, le agradeció primero el reconocimiento a la inversión y el trabajo que se hace desde su gobierno, y luego le respondió: “de agradecerle de manera pública los testimonios varios que de manera pública hiciera de reconocimiento al esfuerzo conjunto del gobierno de la República y el gobierno del estado estamos haciendo para servir a la sociedad de Puebla, en pocas palabras gobernador estamos trabajando en equipo”.
Y señaló: “Mi felicitación, señor gobernador, y augurarle y desearle que en esta recta final ya del tercer tercio de su administración le permita consolidar los proyectos y que sepa que contará invariablemente con todo el respaldo del gobierno de la república para que en la suma de esfuerzos sirvamos a todos los poblanos”.
Afuera, detenciones arbitrarias que terminan en una acusación por alterar el orden público
Pero mientras los dos funcionarios, que habrá de enfrentarse en las urnas, el primero para demostrar al interior de su partido que tiene lo necesario para enfrentar a la maquinaria priísta y ser un fuerte contendiente a la elección del 2018, el segundo para lograr un congreso a modo que le permita una segunda mitad de sexenio sin demasiada presión legislativa, se lanzaban flores el uno al otro, afuera la policía detenía a cuatro estudiantes por tratar de manifestar su rechazo a las dos administraciones, la estatal y la federal.
Un grupo de cerca de 20 estudiantes de la Asamblea Universitaria de la BUAP llegó hasta una de las valla de contención que colocó el gobierno del estado a lo largo del bulevar del niño poblano, la avenida en donde se encuentra el HNP fue cerrada a la circulación en uno de sus carriles para el evento.
Los estudiantes habían salido cerca de las 11 de la mañana en un grupo más numeroso que se fue disgregando y repartiendo, una parte de ellos se dirigió a la preparatoria 2 de octubre, ubicada también en la zona de angelópolis, y al llegar a la valla el reloj rondaba las 2:30 de la tarde.
“Estuvimos ahí cerca de 10 minutos –contó uno de los alumnos que libraron la detención— lanzando consignas pero sin violencia, sin agresiones, sin aventar piedras, hasta que un grupo de más de 60 granaderos y GOES se nos vinieron encima, llegaron a vocear del estado mayor que mandaran gente y nos empezaron a encapusular de todos los lados y a replegarnos. Comenzaron a jalonearnos y empujarnos, nosotros nos replegamos a la entrada de la universidad Iberoamericana (ubicada a unos 5 o 7 metros de la valla de contención), al ver la agresión que ya estaba alcanzando a estudiantes de esa universidad la gente de seguridad nos abrió las puertas para que nos metiéramos, ya no era contra quién la hizo sino contra quién se las pagara y estaba empujando a todos. Ahí detuvieron a dos compañero”.
A esos dos primeros detenidos, Sharid Guerrero y Edgar Juárez, estudiantes de la facultad de Computación y de Ciencias Químicas, respectivamente, se les sumaría Gustavo Reyes, alumno de la facultad de arquitectura, detenido por manifestarse afuera de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) tras la detención de sus compañeros.
Los tres estudiantes fueron liberados cinco horas después de la detención, luego de que un juez calificador, es decir el responsable de sancionar faltas administrativas, consideró que la acusación de “alterar el orden público” con la que fueron presentados por los policías municipales no se sostenía, y salieron sin pago alguno de multa.
Al respecto, Sharif Guerrero explicó: “El juez dijo que no se iba a poder comprobar nada, no hicieron nada, los mismos policías reconocieron que no nos vieron hacer nada, así que no procedió y quedó solo en faltas al orden público y nos dejaron salir”.
La BUAP se deslinda de los alumnos, después recula; la Ibero arropa
Entrevistados luego de abandonar las instalaciones de la UIA Puebla, a donde se refugiaron para evitar la detención masiva, los alumnos de la BUAP que libraron las detenciones cuestionaron que la máxima casa de estudios de la entidad, lejos de apoyarlos haya enviado un comunicado deslindándose del grupo y “reprobando cualquier acto fuera de la legalidad y se deslinda de acciones como la toma de camiones, de instalaciones o de cualquier acto vandálico que se pudiera llevar a cabo y que afecte la convivencia pacifica de los ciudadanos”.
Aunque horas más tarde, la Máxima Casa de Estudios publicó un segundo comunicado asegurando que se habían ofrecido servicios jurídicos para lograr “la liberación inmediata y sin cargos”. Y aseguró que el primer comunicado se había subido a la página institucional “antes de la detención y tiene por objeto condenar cualquier acto vandálico que se pudiera producir durante las protestas”.
A diferencia de la postura planteada por la BUAP, la universidad Iberoamericana también se pronunció “condenando los hechos violentos que se registraron en las inmediaciones de la institución en donde resultaron detenidos dos estudiantes de la BUAP que participaban en una protesta pacífica”. Y lanzaron un llamado “a las autoridades del estado para que se conduzcan en el marco de la ley, reconociendo y respetando los derechos a la libre expresión, asociación y manifestación de las ideas”.