Armando y Paul Prida es el significado de las siglas de la empresa AyPP Constructores: responsable del nuevo estadio de futbol Coruco Díaz en Morelos, cuyo costo ascendió a 486.8 millones de pesos.
Rodrigo Ramírez, hijo de Graco, contraerá nupcias con la hija de Armando Prida, dueño del diario Síntesis, cuyos hermanos operan la marca AyPP Constructores. Gran regalo de bodas.
De acuerdo con la solicitud de información 00433813 requerida a la Secretaría de Obras por parte del portal Sin Línea, registrada en noviembre del 2013, se establece que AyPP Constructores realizó la edificación del nuevo estadio Coruco Díaz en Morelos, en consorcio con Prefabricados Grupo Sepsa, con sede en Cuernavaca.
La obra asignada fue por 486.8 millones de pesos, se entregó por la vía de la adjudicación y ya fue terminada, de hecho celebrada desde la semana pasada por el góber Graco.
La firma AyPP enfrenta problemas en Puebla desde el año pasado por incumplimiento de acuerdos con el gobierno de Rafael Moreno Valle, cuya gestión la “congeló”.
El papá de Paul y Armando igualmente se encuentra distanciado de ellos, de ahí que aprovechando la relación familiar de su hermana con el hijo del gobernador de Morelos ahora reciben los beneficios de las obras.
En Puebla, el gobierno morenovallista le asignó 24 proyectos de obra de manera directa que amparan más de mil millones de pesos.
Las obras más representativas son La Estrella de Puebla, El Teleférico y el remozamiento de la primera etapa de la Constancia Mexicana que hoy está en manos de TV Azteca.
Antes de transformarse en AyPP a la empresa se le conoció como Gardeko y se ha encargado de diversas restauraciones como la Biblioteca Pública Miguel de la Madrid Hurtado, el ex convento franciscano de Zacatlán, el Hospicio, el Museo del Alfeñique y el ex convento dominico de Izúcar de Matamoros.
Los responsables de los trabajos fueron Donato Tijerina Contreras, el arquitecto Jaime Parra Sánchez y la restauradora María Pía Benítez.
Los Prida entran a Morelos, por la puerta que les abrió el suegrazo Graco, tras su salida de Puebla. Son los hijos, no el papá.
