Siete estados del país concentran la mayoría de los 5.4 millones de personas que no saben leer ni escribir, pero ese no es el único problema de esas entidades, también destacan por tener el mayor número de jóvenes que no concluyen la primaria o secundaria. Se trata de Veracruz, Estado de México, Chiapas, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, que son estados con un alto índice de pobreza, aunque su participación individual en el PIB nacional fluctúa entre el 1.5 y 9.2%, pero el elemento que hace inexplicable el nivel de retraso educativo, es que en por lo menos las cuatro primeras entidades tienen la mayor infraestructura educativa instalada de todo el país.
Al cruzar la información oficial sobre el número de maestros, el número de escuelas, el rezago educativo y el analfabetismo, se puede visualizar cómo el problema es estructural y sorprendente.
La educación es uno de los ejes de gobierno de Enrique Peña Nieto y en su segundo informe de gobierno incorporará, como los primeros avances, la reforma educativa y el lanzamiento de la cruzada nacional para alfabetizar a 2.2 millones de habitantes y que arrancó la semana pasada, pero eso sólo atiende la epidermis del problema.