Ambos proyectos carreteros son prácticamente lo mismo: inversión del gobierno de Enrique Peña Nieto, apalancada por Banobras, con la coordinación de los mandatarios de Puebla, Rafael Moreno Valle; y Eruviel Ávila del Estado de México.
Los grupos constructores serán también los mismos: la peñista OHL, vía su filial Proyecto Viales de México, en consorcio con la Peninsular, de la familia Hank González. Las vialidades las operará Pinfra de David Peñaloza Alanís y como agente colocador financiero de los proyectos de bursatilización será Interacciones.
Sin embargo, aquí viene lo sorprendente, con base en información de la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, quien fue nombrado por Peña Nieto enlace de la Federación con la entidad poblana:
El segundo piso México-Toluca ascenderá su monto de inversión a 3 mil 500 millones de pesos en una extensión de 15 kilómetros. Cada km costará 233.3 millones de pesos
El segundo piso de la autopista México-Puebla tendrá una aportación de 10 mil millones de pesos, pero en una extensión más corta de 13.5 kilómetros. Cada km saldrá en ¡740.7 millones de pesos!
Es decir, la diferencia entre dichos proyectos idénticos será de 507.4 millones de pesos.
El gobernador Rafael Moreno Valle pidió en su III Informe de labores a Peña Nieto su disposición para construir dicha obra en 2014:
“Para muchas personas esta obra parece “inalcanzable”, aseguró el poblano, quien, empero, se dijo convencido que con el apoyo del titular del Ejecutivo Federal se hará una realidad.
Durante la transición, el equipo de Peña Nieto concluyó que el proyecto era “faraónico y electorero”, sin embargo, ahora lo respalda con dinero y poniendo a constructoras con la aceptación del gobernador Moreno Valle.
En la tarjeta informativa, a la que tuvo acceso Al Portador, con el código CG-040, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes denominó la obra como Construcción del Viaducto Elevado México-Veracruz, tramo planta VW y Estadio Cuauhtémoc.
El proyecto que tiene clave de registro 37699 en la Secretaría de Hacienda, sería operado bajo la figura de concesión.
“Se justifica el proyecto, principalmente por la alta afluencia de la autopista México-Veracruz. El tramo que se desarrollaría tendría un aforo vehicular de 90 mil vehículos y traería beneficio para un millón 539 mil personas”, indica la tarjeta.
NOTA BENE (1)
La Federación pintó su raya desde la muerte del menor en Chalchihuapan. Ningún funcionario de primer nivel visita Puebla y menos aparece con Rafael Moreno Valle. El gobernador incluso en el saludo al presidente en la ceremonia de promulgación de la reforma energética recibió un frío apretón de manos de Enrique Peña Nieto, quien marcó una distancia del mandatario poblano. En Los Pinos tienen clara la lectura de los hechos: es una desgracia estatal, no federal.
