El sistema es igual de injusto que el que se aplica ahora en las principales carreteras y calles del estado, el cual castiga al dueño del vehículo y no a quien lo conduce en el momento de cometer la falta.
En el caso de La Vista, el condómino es infraccionado en el caso de que se trate de un vehículo de su propiedad o bien de algún visitante o prestador de servicios que se haya registrado a su nombre en la caseta de entrada.
Leonino.
El monto a pagar en caso de violar la normativa es de mil 300 pesos, independientemente de la velocidad registrada por el radar al momento de superar los 40 KM/Hr.
Lo anterior ha generado molestia e indignación en quienes ahí viven.
Aseguran que para ellos es imposible controlar de forma efectiva la forma de conducir de amigos, familiares, empleados, o vehículos de empresas que entran para suministrar agua, gas o bien prestar servicios de albañilería, plomería, carpintería y demás.
Si bien para llevar a cabo lo anterior se tuvo que convocar a una asamblea, con el quórum suficiente para que esta sea legal, someter a votación la propuesta de comprar el equipo y aplicar el programa de cobro de infracciones y posteriormente legalizar la asamblea ante notario, muchos condóminos de La Vista alegan un desconocimiento absoluto de la medida.
Por lo tanto, ignoran también si se siguieron los protocolos necesarios para su legal aplicación.
Al margen de la legalidad o no, la Foto Infracción se aplica ya a rajatabla en La Vista desde hace semanas.
Nadie se salva.
Ni siquiera los pomposos e influyentes personajes que ahí viven.
Quienes controlan la instancia que dice defender los intereses de los condóminos no pueden estar más felices.
Han encontrado una inagotable y muy atractiva fuente de ingresos.
Una auténtica mina de oro.
¿Cómo manejarán estos recursos y para qué los destinarán?
Esa, dice la Nana Goya, es otra historia.