En la mesa del lugar, privado de algún hotel, restaurante u oficina; está la oferta de ejecutar, ahora sí en Puebla, el llamado Tripack, que no es otra cosa más que un convenio publicitario a pagar proporcionalmente por Gobierno, Ayuntamiento y la BUAP a cambio de difundir la imagen de todos en función de los humores del gobernador.
Así será la relación entre el poder y los medios de comunicación de Puebla. El gobernador Moreno Valle palomeó la lista, en la que lo único que no tuvo cabida fue la crítica y lo que no se puede controlar.
Es la legalización del sometimiento de medios por parte del gobierno de Rafael Moreno Valle, quien decretó que el Ayuntamiento de Puebla y la BUAP financien a partir de filias a los obedientes y con fobias concreten el boicot que va en dos sentidos: el comercial y el informativo.
Todos los convocados han aceptado, sin ninguna réplica, lo que se les impone. Es más, muchos dueños y directivos no duermen en espera de la llamada para someterse al Tripack. Las órdenes editoriales son de cero críticas y mucho menos darle juego a lo que publican los incómodos.
Las autonomías municipal y universitaria fueron expropiadas ya.
En otros ayuntamientos se amplía el cerco informativo y comercial.
Desde el año pasado, fue el secretario general de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, quien citaba en Casa Aguayo a periodistas, columnistas y dueños de medios en grupos de cinco o seis para darles a conocer el famoso Tripack, que ya está en marcha.
Basta nada más ver la uniformidad de notas y “cabezas” con la línea que se pretende imponer.
¿Se imagina a Moreno Valle en Los Pinos?
Llama al jefe de gobierno del DF y al rector de la UNAM para exponerles que en Puebla le funcionó muy bien el famoso Tripack contra la crítica y que se requiere ponerlo en marcha en el país.
Ahí no caben Proceso, Reforma, La Jornada, CNN, Aristegui Noticias, Eje Central y demás portales de información y análisis críticos. Sólo quienes obedezcan.
El gobernador experimenta en 2014 lo que pretende imponer en 2018 si es presidente.
Ésta —y no otra— es la realidad en las relaciones medios y poder en Puebla.
El sometimiento absoluto.
Los medios abdican al derecho de informar a la sociedad.
Y las instituciones lo validan hoy, aunque mañana se use a esos medios para descalificarlos y acabarlos políticamente.
Cuando todo esto reviente no salgan con que no estaban enterados.
Servidos.
NOTA BENE (1):
Cuentan los enterados que la invitación para el cerco informativo y comercial se extenderá al vocero de Enrique Peña Nieto, David López, con eso de que vienen acuerdos electorales para el 2015.
NOTA BENE (2):
Esta columna seguirá en este espacio hasta que su autor regrese de unos días de descanso.
