El mitin de campaña de Gustavo Madero en Puebla fue un auténtico desastre.
La movilización fue un fracaso. De los 25 mil “panistas” que llegarían, apenas se presentaron no más de 7 mil.
El gobernador Rafael Moreno Valle pidió en Casa Puebla, muy en su estilo, respuestas y todos le dijeron, sobre todo Eukid Castañón, que el culpable era Fernando Manzanilla. “Desactivó todo”, lo acusaron.
El cuñado del gobernador andaba en Veracruz. En la Villarrica de Boca del Río comía con Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva.
Cuando no te resulten las cosas, busca culpables.
Gustavo Madero tuvo una terrible visita a Puebla. En la víspera se anunció la detención de Amado Yáñez, dueño de Oceanografía.
Este domingo no fue de buenas noticias para Madero y su equipo, a quien por más que le muestren los espejos de que va a toda madre, en realidad los panistas no lo quieren.
Supo de una encuesta telefónica entre militantes poblanos del blanquiazul que pone a la dupla Madero-Anaya 15 puntos debajo de CorderOliva en Puebla, sí, la tierra de su principal operador: el gobernador Rafael Moreno Valle.
Que Puebla sea considerado un estado donde puede ganar la oposición maderista es una mentada de madre para el grupo gobernante y explicaría el nerviosismo de Gustavo por sumar al ex alcalde Rivera y su equipo para evitar la debacle.
Los maderistas en la plaza de La Concordia repetían ayer que Cordero va arriba en las encuestas, pero Madero tiene la estructura, mismos argumentos del PRI cuando se encuentra en desventaja.
Y es que Madero ha tenido que recurrir al acarreo de priistas, porque los panistas reales no lo quieren. Lo engañan con los Díaz Caneja, Grajales Espina, Aguilar Coronado, Rodríguez Regordosa y demás beneficiarios del poder.
El acto de campaña ayer en Puebla fue el símbolo perfecto de lo que Gustavo Madero representa para los panistas.
Y es que lo que faltó en el arranque de su campaña reeleccionista fueron los panistas. De lo demás, hubo de todo.
Sí, había; pocos, también.
Y sobró ese prianismo prepotente, arrogante y aquí mando yo, muy parecido al autoritarismo del avilacamachismo.
La subrepticia operación de la estructura panista tampoco sirvió para convencer al panismo.
En los hechos, las familias custodias del panismo no creen que Madero sea lo mejor que le pueda pasar al PAN, sino más bien lo peor.
El PAN corrupto aflora cuando se gastan millones en el acarreo para el arranque de campaña de un candidato como Madero con el tufo de los moches.
Las burlas en la plaza sobre el arribo del maderismo a Puebla, vía la línea aérea de Oceanografía, dominaron el ambiente.
En el Estado de México y Puebla se notó un común denominador en los actos masivos: repletos de priistas, pocos panistas.
Su equipo ayer andaba enojado, pues al operador de Moreno Valle, Eukid Castañón, se le pasó la mano. Comprensible pues el panista poblano se quedó en casa o fue a misa.
Ni Eduardo Rivera y su grupo pudieron movilizar.
Es confundir el miedo con lealtad.
Los panistas parecen haber asumido que el valor del PAN radica en votar en libertad.
La soberbia morenovallista es la única culpable de la tragedia maderista ayer domingo en Puebla.